Del esfuerzo físico al intelectual, la tendencia en aeroespacial

Feb 21, 2020 admin Aeroespacial, Más Industria 0

“Capacitamos, pero con la idea de que la dependencia de la parte física se disminuya y nuestro personal se enfoque en la parte más relevante que es la toma de decisiones, que aplique sus conocimientos y criterio”, dice Bernardo Ordoñez, Technical Sales Manager Latin America de Testia, Airbus.

México, entre los 15 países con mayor cantidad de importaciones a nivel mundial, en el sector aeroespacial. (Foto: Airbus)
El bono demográfico de la industria aeroespacial en México es crítico, pues apenas alcanza los 25 años, en esta rama donde un solo contrato dura hasta 20 años. (Foto: VI)
Para disminuir la tasa de rotación en los empleados, hay que invertir en el futuro del personal con un plan de vida, carrera y capacitación: Bernardo Ordoñez, Technical Sales Manager Latin America, Testia, Airbus. (Foto: VI)

Por: Blanca Soria/Enviada

QUERÉTARO, Qro. (20/02/2020).-En México la industria aeroespacial ha crecido 145% en la última década y no hay otra industria en el país con ese crecimiento, lo que la coloca como una industria a prueba de crisis en la que “un contrato bien ganado y bien administrado dura 10, 15, 20 años”, destacó Bernardo Ordoñez, Technical Sales Manager Latin America de la empresa Testia, perteneciente a la compañía Airbus.

A nivel mundial existen 400 compañías dedicadas al sector aeroespacial y de ellas, hay 40 en México, que se coloca entre los 15 países con mayor cantidad de importaciones para esta rama de la manufactura y registra una inversión extranjera directa de 2,700 millones de dólares, de los cuales el 86% se destina a la manufactura y el 14% restante a MRO (Mantenimiento, Reparación y operaciones), detalló el directivo, quien hizo hincapié en que ésta última es un área de gran oportunidad para desarrollar en el país.

En el marco del Aerospace Meetings Querétaro, Ordoñez explicó que la industria aeroespacial genera 100,000 empleos directos y presenta entre 15 y 20% de incremento en la demanda de capital humano.

Al dictar la conferencia “El rol del entrenamiento en el desarrollo de la fuerza de trabajo”, el ejecutivo de Testia destacó que en esta empresa “somos la parte dedicada a la integridad estructural de nuestros aviones”, en una industria

en la que lo primero que necesitamos tener en mente es que el principal componente es la seguridad y ésta, a su vez, tiene un estrecho vínculo con el factor humano, “porque buena parte de la seguridad para que la aeronave se mantenga volando depende del ser humano como factor”.

“Errar es humano, pero reincidir es diabólico”

Tras enfatizar que errar es inherente a la naturaleza humana, Ordoñez comentó que la mayoría de los sucesos desagradables en la aviación están relacionados con el ser humano y por ello, el aprendizaje continuo es obligado: “un vehículo… si falla, te sales al acotamiento. A 40 mil pies de altura, no hay acotamiento: Errar es humano, pero reincidir es diabólico”.

El entrenamiento, o en general hablando de capacitación, nos va a ayudar a expandir la base de conocimiento en todos nuestros colaboradores y al final, el conocimiento es una herramienta que nos va a permitir tomar mejores decisiones, tomar decisiones fundamentales y que tengan un efecto positivo en lo que estamos aportando a la cadena de valor,

dijo el ejecutivo de Testia.

Ordoñez habló de la capacitación en Testia: “nosotros somos área de capacitación, estamos sometidos a constante entrenamiento y capacitación, (…) soft skills (habilidades interpersonales), hard skills (conocimientos técnicos) y nuestra filosofía de construcción, que viene dictada, desde nuestra compañía madre que es Airbus, es: saquemos el factor humano hasta donde sea posible, de las decisiones de la operación. Y aquí no estoy hablando de eliminar posiciones. Estoy hablando de tener factor humano con alta capacitación: que se enfoque en las partes tácticas de toma de decisión y no que los desgastemos en el piso de producción o en el piso de inspección, haciendo labores físicas que merman su concentración y al momento de llegar a tomar una decisión entre si una aeronave está apta para levantar el vuelo o no, entre una ruta y otra, él puede estar concentrado en eso. Esa es la tendencia que tenemos: capacitamos, pero con la idea de que la dependencia de la parte física se disminuya y nuestro personal se enfoque en la parte más relevante que es la toma de decisiones, que aplique sus conocimientos y criterio”.

Para lograr esto, abundó el ejecutivo, se va a aplicar el modelo que tenemos en México –y que es fundamental— de la triple hélice, “en este modelo estamos conjuntando las universidades como parte de formación, como parte de formación continua, no sólo a nivel licenciatura o maestría o posgrado, sino como parte de formación continua y cualquier otra institución que sea de capacitación. Conjuntamos a las empresas con sus necesidades, planeación estratégica, para retroalimentar a las universidades hacia dónde deben ir y al gobierno con el apoyo e incentivo para la creación de más empresas y empezar a desarrollar nuestro tier 2, nuestro tier 3 o toda la parte de servicios dentro de la cadena de valor. Ese es el modelo”.

El aeroespacial, refirió, es un ambiente altamente demandante en términos tecnológicos y por eso es necesaria una capacitación dinámica y constante en la que además haya refuerzos de entrenamiento y de conocimientos, por ello, continuó, existe una exigencia de tomar los mismos cursos, como por ejemplo el de primeros auxilios, cada dos años, “para estar listos para lo que venga”.

Ordoñez garantizó que el retorno de inversión en capacitación es incuestionable, pues mientras más preparado esté el personal, mejor responderá a los retos de manufactura, ya que invertir en el factor humano resulta en un mayor desempeño en cualquier nivel: satisfacción a nivel personal y efecto positivo a nivel moral, así como mayor productividad.

Al hablar de la tasa de rotación en los empleados, Bernardo Ordoñez señaló que hay que invertir en el futuro del personal y destacó que para mantener el talento hay que hacer un plan de vida y carrera con el componente fundamental de la capacitación, lo cual, dijo, lleva a la innovación, “que es la naturaleza inherente del ser humano”.

Así, continuó, “vamos a lograr una organización estable y competitiva (…) y (..) vamos a fortalecer esa imagen que tenemos como organización y como marca, que es otro de los valores que tiene cualquier organización, su nombre o su marca”.