Urge la Coparmex a AMLO a aplicar el crédito con el FMI para rescatar al país

Ago 06, 2020 admin Economía, Más Industria 1

“Si ante una emergencia de este tipo, no se utiliza una línea de crédito que tiene el gobierno federal, pues ¿qué estás esperando? ¡Pues que nos caiga una bomba nuclear!”, dijo a Vanguardia Industrial Gustavo de Hoyos Walther. El presidente de Coparmex afirmó que el 100% de los remedios solidarios que propone la IP implicarían sólo el 15% de las líneas de crédito del gobierno federal. Aseguró que para evitar un daño mayor, a más tardar a finales de agosto, la IP y el Gobierno federal deben lograr un Acuerdo Nacional de Recuperación Económica, y señaló que el subsecretario de Salud, Hugo López, ha cometido “errores gravísimos”.

Parece ser que en la persona del presidente López Obrador no existe el entendimiento básico de que los financiamientos existen para salir de una crisis: Gustavo de Hoyos (Foto: Coparmex)

Por: Redacción/ Vanguardia Industrial

CIUDAD DE MÉXICO (06/08/2020).-El sector patronal del país llamó al presidente, Andrés Manuel López Obrador, a actuar para rescatar al país de la crisis económica, aplicando las líneas de crédito que tiene con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y poniendo en marcha, en conjunto con la Iniciativa Privada (IP), a más tardar a finales de agosto, un Acuerdo Nacional de Recuperación Económica que salve de la quiebra a miles de empresas y con ello evitar que se siga dando el cierre de fuentes de trabajo, como resultado de la emergencia sanitaria impuesta por el coronavirus o Covid-19, en cuyo manejo de crisis, “se han cometido gravísimos errores en la gestión del gobierno federal y particularmente en la conducción pública por parte del subsecretario de Salud”, Hugo López Gatell, dijo el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos Walther.

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En entrevista con Vanguardia Industrial, el titular de la instancia empresarial señaló que ante esta crisis por la pandemia, algunos gobiernos estatales ya están tomando cartas en el asunto, tema en el que puso de ejemplo al gobierno de Hidalgo.

“Hay gobiernos estatales que ya están apoyando. Parece mentira que por ejemplo, y simplemente, menciono el estado de Hidalgo: ya tiene un apoyo para pagar parte de la nómina de las empresas, de cierto tamaño que no han cerrado. A ver, si lo puede hacer –y lo digo con todo respeto, por su dimensión—un gobierno estatal, como el de Hidalgo, ¿qué no podría hacer el gobierno federal?”.

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El empresario explicó que “si se tomaran al 100% las propuestas que estamos haciendo desde el sector privado, en materia de remedios solidarios, el 100%, es decir, por un lado se apoyara con la mitad del sueldo hasta por tres meses a las empresas que no han podido abrir; segundo, se apoyaran a los casi dos millones de trabajadores que ya perdieron su empleo, con un salario mínimo hasta por seis meses; y tercero, se apoyara la apertura hasta de un millón y medio de nuevos empleos por tres meses y todo esto se hiciera al 100%, implicaría para el gobierno federal un gasto menor a 214 mil millones de pesos”.

Y continuó: “¿Qué significa esto? Menos del 1% del Producto Interno Bruto (PIB), o para decirlo de otra manera, implicaría que se ocupara tan sólo, el 15% de las líneas que tiene contratadas y por las que ya pagó una comisión por apertura de crédito. El 15% de las líneas que tiene el gobierno federal contratadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Yo me pregunto: si ante una emergencia de este tipo, no se utiliza una línea de crédito que tiene el gobierno federal, pues ¿qué estás esperando? ¡Pues que nos caiga una bomba nuclear!”.

Gustavo de Hoyos hizo hincapié en que los financiamientos son precisamente para utilizarse en condiciones extremas, como lo es la crisis ante la cual nos ha colocado la pandemia y reiteró que “este tipo de apoyos, para eso existen, para salir de una crisis. Desafortunadamente, el gobierno federal, en la persona del presidente, para decirlo con más claridad, ese entendimiento, que parecería básico, parece ser que no existe”.

Estamos a tiempo

Sin embargo, consideró que “estamos a tiempo de evitar que el daño sea mucho mayor” y señaló que “más que una esperanza ciega, hay un compromiso indeclinable de poder interactuar de una manera franca y abierta con el Gobierno federal (…) más allá de desencuentros que son muchos y cotidianos”, para ejecutar en conjunto en un Acuerdo Nacional de Recuperación Económica.

Aunque reconoció que “número uno: nadie puede culpar, obviamente, al Gobierno federal ni a ningún otro gobierno, de que haya un decrecimiento, lo que sí me parece, que es, número dos, su responsabilidad, es que se hayan magnificado los efectos de esta pandemia. Y lo digo de esta manera porque lo que es evidente, ya han pasado varios meses, prácticamente medio año con esta crisis, es que ha habido una incapacidad para tomar decisiones y para generar consensos”.

De acuerdo con los datos más recientes del Banco de México y del INEGI, dijo, “queda claro que estamos ya inmersos en la peor crisis de la historia contemporánea del país. Lo que postulamos en la Coparmex es la imperiosa necesidad, la impostergable urgencia de que se adopten medidas para poder paliar de alguna manera esos efectos y si tuviéramos que elegir un solo tema, seguramente el más importante es la crisis del desempleo (…) que es la parte más humana y más dolorosa” y es a la que se abocan los mencionados remedios solidarios propuestos por esta instancia patronal.

Para ampliar los antecedentes de la situación, refirió que

diariamente estamos perdiendo alrededor de 8 empleos por minuto. Desde luego que esta pérdida se sufre a veces en una gran empresa, una micro empresa o varias micro empresas, lo que no hay ninguna duda es que estamos ante la más grave crisis económica de la historia contemporánea del país y cuando digo historia contemporánea hablo del último siglo, no de las últimas décadas,

reiteró.

El líder del sindicato patronal dijo que lo perdido tardará en recuperarse, pero es un hecho “inequívoco” que si no se toman medidas pronto, el daño puede ser mucho mayor, acotó, ya que hay quienes estiman que estaremos viendo una disminución en términos económicos, más allá de los 15 o 16% o pasar del 20%, mientras que en materia de empleos, se proyecta que se puede llegar a perder el 10% del total de la economía formal, equivalente a 2 millones de empleos.

El presidente nacional de la Coparmex, agregó que si bien los sectores más desfavorecidos como los indígenas y los más pobres son “vulnerables”, ahora también lo son los trabajadores especializados, a quienes hoy se les cierran las puertas ante la incapacidad que tienen las empresas para contratar.

Ante este panorama, De Hoyos Walther afirmó que por México, los empresarios están dispuestos a colaborar en un Acuerdo Nacional de Reactivación Económica, con o sin el Gobierno federal que ha ignorado todas las propuestas que ha planteado la Iniciativa Privada desde abril pasado “y muy especialmente después de que se convocó la Conferencia Nacional para la Recuperación Económica donde participaron más de 260 expertos y que todo esto se tradujo en 68 recomendaciones, de las cuales, todas fueron ignoradas por el Gobierno federal” .

Destacó que con decenas de miles de empresas al borde de la quiebra y millones de personas desempleadas, no nos podemos dar el lujo de mantenernos inactivos. Es necesario que el gobierno asigne recursos para revertir esta dramática situación, reafirmó.

Se ha dado “un cierre de empresas inusitadamente grave, espero que en los siguientes días tengamos el dato preciso de que una crisis de liquidez se podría convertir en una crisis de solvencia. La falta de apoyos del gobierno para tener algún tipo de ingresos mientras que no se podía vender por estar cerrados, se convierte, cuando es mucho tiempo, en una imposibilidad definitiva para poder operar porque el tamaño de los pasivos acumulados por sueldos, rentas, impuestos, préstamos bancarios, llega a tal magnitud que imaginen a una empresa pequeña” en tal situación, ejemplificó.

Además, recordó, el 70% del total de empresas son micro, pequeñas y medianas (mipymes) que no estaban preparadas para tantos meses sin operar, y menos sin ayuda gubernamental.

Por eso, señaló que de ir solos en el Acuerdo Nacional para la Recuperación Económica, estarán tratando de “tener las mejores medidas posibles en la ausencia del principal agente económico que es el Gobierno federal. Imposible, no reconocer que lo deseable, que lo que debemos esperar, lo que le conviene al país es que ahí esté el gobierno federal, en cualquier país, en México, en Inglaterra, Estados Unidos, en Sudáfrica el agente económico por excelencia es el gobierno federal, sin embargo, no podemos quedarnos cruzados de manos si no reacciona”, enfatizó.

Fecha fatal para el gobierno

“Desafortunadamente, al que debería de interesarle más este acuerdo, sería al propio Poder Ejecutivo, la posibilidad de generar este gran consenso y bueno, por más llamado que hemos hecho, dejando de lado, insisto, diferencias que existen y que van a estar ahí en otros temas, no ha habido posibilidad de generar este consenso. Lo que hemos empezado a plantear en la Coparmex es que tenemos que señalar una fecha fatal, no para dialogar, pero sí para llevar a cabo este acuerdo. Hacerlo con o sin el gobierno federal (…) y nosotros hemos pensado que ese acuerdo tendría que logarse a más tardar a fin de este mes, al mes de agosto, si no es así tendremos que seguir la ruta, aun cuando no nos acompañe el Poder Ejecutivo”.

Gatell ha cometido errores gravísimos

Al evadir responder directamente si coincide con la postura de los nueve gobernadores que piden la renuncia del subsecretario de salud, Hugo López Gatell, el líder de Coparmex, señaló: “puede estar uno más de acuerdo, menos de acuerdo con esta petición en particular. Yo creo que se han cometido gravísimos errores en la gestión del gobierno federal y particularmente en la conducción pública por parte del subsecretario de salud”.

No obstante, dijo que “es una facultad del Presidente de la República, conforme a la Constitución, nombrar a los funcionarios que lo acompañen. Él, a final de cuentas, tiene la responsabilidad jurídica y política, histórica, en este caso por la crisis, de los desatinos que se están cometiendo”.

Asimismo, destacó el lado bueno del asunto: “yo lo que rescato es la importancia de que esté surgiendo un nuevo federalismo”, que los gobernadores se estén reuniendo y “estén reivindicando lo que marca nuestra ley, que es que los estados no son simples provincias, sino que son estados libres y soberanos. En esto me parece que está el principal aprendizaje (de este tema) y ojalá que se sigan reuniendo”.

De Hoyos Walther se refirió también al impacto de la Ley de Adquisiciones en el sector farmacéutico nacional, a la que de entrada, calificó como “infortunada”.

Por un lado, el daño que va a implicar que se compren insumos para salud en el extranjero y no en el territorio nacional. Hay un ecosistema muy amplio de empresas que van desde la investigación académica, la investigación aplicada en las empresas farmacéuticas, todo el proceso de producción y toda la red de comercialización. Ahí hay cientos de miles de personas empleadas, hay decenas de miles de empresas y evidentemente si el principal comprador de insumos para la salud, que es el gobierno, se va a comprar al extranjero, hay un deterioro gravísimo a toda esta cadena. Y aquí señalo que además, me parece profundamente injusto que se estigmatice a todo el sector por los pecados que puedan haber cometido algunos,

apuntó.

Asimismo, señaló que con esa decisión el país se expondrá a tener en el sistema de salud pública medicamentos de segunda al comprar los que se comercializan a nivel mundial: “es muy sencillo bajar el costo de los tratamientos si se compran medicamentos de generaciones anteriores y normalmente estos son los que inundan el mercado internacional, normalmente son los medicamentos que, aunque son buenos, no son los mejores y que normalmente están destinados en las organizaciones de salud internacional, para llegar a las poblaciones donde hay la mayores carencias, en el sur de África, en lugares muy apartados de Asia o de Oceanía”.

Son medicamentos que aunque son legítimos, especificó, resultan anticuados frente a los productos de última generación que van con el avance de la ciencia médica, la cual en tres o cuatro años da “saltos cuánticos” y es “muy fácil presentar ‘cuentas alegres’ y decir: ‘se está ahorrando en el tratamiento para el cáncer, para la leucemia, tal ahorro’. Sí, pero se están comprando los tratamientos de hace cinco u ocho años, que valen un fragmento de los actuales, pero que evidentemente la esperanza de un resultado favorable no tiene nada que ver con los actuales. Y entonces aquí me parece que puede ser criminal, para decirlo con todas sus letras, el que se generen ese tipo de ahorros bajando la esperanza de vida, de recuperación, de quienes están en el sistema de salud pública”, además de que es un paso atrás en materia de transparencia e integridad pública, al realizar compras sin licitaciones, si lo que se está pretendiendo es combatir la corrupción, subrayó.

Respecto a las obligaciones enmarcadas en el T-MEC en materia salarial, el líder empresarial señaló que los retos son muy grandes para empresas como las automotrices, las de auto partes y otras que tienen frente a sí un desafío grande, pero hay una apuesta en favor de la globalidad y la integración económica.

Agregó que por los atrasos que tiene México en materia salarial el reto es grande, pero aún con ello la firma del acuerdo trilateral se dio en la dirección correcta.