El CLAUT, ejemplo de competitividad en automotriz

Abr 28, 2014 admin Automotriz 2

Creado hace siete años, el Clúster Automotriz de Nuevo León (CLAUT) tiene hoy en día una red conformada por empresas e instituciones de investigación nacionales e internacionales, que junto con el gobierno, están colaborando estratégicamente para incrementar su competitividad.

Manuel Montoya, es también Member of the Board of Directors de TCI. (Foto: VI).

Por: Silvia Ortiz/Enviada

MONTERREY, Nuevo León.-El sector automotriz le apuesta al desarrollo de clústers en México para incrementar su competitividad, pero hasta el momento sólo uno lleva la batuta en este modelo que es exitoso en Estados Unidos y algunos países de Europa. Se trata del Clúster Automotriz de Nuevo León (CLAUT), cuyo director general es Manuel Montoya Ortega.

Un clúster para ser considerado como tal, según la definición del teórico de la estrategia de negocios y del desarrollo económico, Michael Porter, debe ser una concentración geográfica de empresas interconectadas, proveedores especializados, instituciones asociadas (universidades, oficinas gubernamentales, asociaciones empresariales), que compiten, pero que también cooperan entre sí. Todas estas instancias desarrollan vínculos de interdependencia funcional para el desarrollo de sus procesos productivos con el objetivo de mejorar su competitividad.

Con base en esto, a siete años de su creación como organización civil, se puede decir que el CLAUT tiene una estructura bien planeada, enfocada principalmente al fortalecimiento de la cadena de suministro automotriz, en el que se demanda desarrollo de tecnología e innovación para hacer frente a las tendencias encaminadas a la fabricación de vehículos más ligeros y con mayor ahorro de combustible.

Esto llevará a disminuir las importaciones de partes y componentes en México, que actualmente ascienden a 35,000 millones de dólares (mdd), según datos de la Industria Nacional de Autopartes (INA). En este punto, el CLAUT ha logrado establecer en la región una red de empresas e instituciones de investigación y desarrollo no sólo a nivel nacional, sino internacional.

De hecho, Nuevo León, según datos de ProMéxico, ocupa el primer lugar a nivel nacional en la producción de cabezas de cilindro, motores, baterías para autos, vidrio y arneses y el segundo lugar en la producción de camiones y autobuses, equipo eléctrico y electrónico, así como partes de plástico para la industria terminal.

La consolidación del CLAUT se debe principalmente al grupo de empresas de capital mexicano que lo conforman, como Metalsa, Nemak, Vitro, Meritor, “las cuales han ayudado mucho para que compañías internacionales también participen y colaboren”, dice Manuel Montoya Ortega tras referirse a otras regiones del país, en donde no se ha logrado avanzar con este modelo de clúster.

Este es un ejemplo para otros clústers que se están desarrollando como el de Chihuahua, San Luis Potosí, Querétaro, Guanajuato y Estado de México. “Me invitan a explicar el modelo, compartimos información, ellos han venido aquí, mantenemos una relación muy abierta”, refiere el directivo y hace énfasis en que “la industria tiene que dirigir y decidir el rumbo del clúster, con apoyo del gobierno y de las instituciones educativas y centros de investigación”.

En este modelo se incorporan proveedores de insumos o servicios que faciliten el desarrollo del fabricante y en el que puede o no haber OEM’s como en el caso de Querétaro, que alberga a 200 empresas de las 1,100 que fabrican autopartes en nuestro país. Y es que esta entidad, en donde se localizan 50 plantas de manufactura, aprovecha su posición geográfica como ventaja competitiva para proveer suministros a esta industria.

“Hay una gran concentración de empresas, pero falta el liderazgo de una empresa local que pueda ayudar a consolidar los esfuerzos, a dar confianza. Yo creo que en el fondo, lo que hemos conseguido aquí en el CLAUT es que haya confianza entre las empresas para colaborar”, destaca el directivo.

Innovación en marcha

Una parte importante es que se ha logrado involucrar al gobierno en esta iniciativa, pues se ha impulsado la capacitación y nuevos proyectos que aportan conocimiento y alternativas para el desarrollo de tecnología, así como nuevos procesos productivos con mayores estándares de calidad, principalmente para los proveedores Tier 2 y Tier 3, para dar cumplimiento a las entregas justo a tiempo (JIT, por sus siglas en inglés) y alinearse a la normatividad internacional, entre otros beneficios.

El CLAUT, creado por iniciativa de un grupo de empresas líderes de Nuevo León, hoy en día cuenta con 65 empresas y 15 instituciones que trabajan de manera continua en diversos proyectos. Mediante 10 comités, acompaña a las empresas de la cadena de valor, principalmente locales, para que desarrollen tecnología y prácticas de innovación.

Las empresas llevan a cabo reuniones periódicas en las que participan la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (Itesm), que también son parte del clúster, además del Centro de Investigación en Materiales Avanzados (Cimav), el Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial (Cidesi) y la Corporación Tecnológica Tecnalia de España, que en su país ocupa el primer lugar en investigación y desarrollo, mientras que a nivel mundial es el cuarto lugar.

En conjunto evalúan proyectos y cada año se desarrollan entre 10 y 12 de ellos. Por ejmeplo, Tecnalia trabaja con Nemak, Sisamex y Metalsa, empresas nivel 1, socias del CLAUT. “Estamos haciendo un desarrollo (con Metalsa) en nuevas tecnologías de conformado metálico, que nos permita reducir espesores de sus estructuras y eso reducirá peso”, detalla Fernando Irazoqui Pedrin, director de Tecnalia México, organismo que trabaja con los programas de la Unión Europea, ayudando a definir las líneas de investigación prioritarias para las estrategias del viejo continente.

Con Nemak, empresa que tiene tres plantas en México y 11 en otros países, incluyendo India y China, “estamos trabajando partes de eficiencia energética, intentando ver de qué manera podemos producir cabezas de motor mucho más pequeñas con nuevas aleaciones, pero con las mismas propiedades mecánicas, lo que ayudará a reducir emisiones de CO2 a la atmósfera, a reducir costos, a usar menor cantidad de materia prima (aluminio) y en temas de proceso, a consumir menos gas, a controlar mejor las variables de proceso, etcétera”, agrega Irazoqui Pedrin.

A decir del gerente de Investigación y Desarrollo de Nemak de Monterrey, José Talamantes, los proyectos de investigación de esta empresa, giran en dos líneas: aleaciones y desarrollo de procesos. En la primera han logrando aumentar entre 20 y 25% la resistencia de las aleaciones. Con esto, sus clientes podrán crear diseños más compactos y esbeltos, con la misma potencia del motor y generando menos contaminación.

“Hemos buscado tener colaboraciones con centros de investigación internacionales como Tecnalia para hacer consorcios colaborativos. De esta forma se conjugan las iniciativas tecnológicas de otros países con las que tenemos aquí”, expresa Montoya Ortega, quien junto con el subdirector del CLAUT, Ricardo Apaez, organizó en marzo el evento denominado Mainforum 2025, único en su tipo en México porque está orientado al tema de innovación y desarrollo de tecnología.

En ese encuentro quedó clara la importancia de impulsar la innovación. Y en este tenor, algunas de las 36 empresas proveedoras Tier 2 que forman parte del CLAUT, ya están haciendo sus propios desarrollos tecnológicos, como Lubrimak, una empresa local que se ha ido moviendo hacia la tecnología. Fabrica lubricantes biodegradables que además de generar ahorros en su proceso de producción, son amigables con el ambiente.

Para otras empresas que inyectan plástico o que estampan metal, “lo que se está buscando es que vayan, primero, teniendo un grupo inicial de gente de ingeniería en sus empresas que hagan pequeños desarrollos y que detonen en la creación de nuevos productos”, detalla el director del clúster.

Motor de inversiones

Montoya Ortega, que lleva el mapa de la industria automotriz a nivel nacional e internacional en su mente, enumera los procesos y partes que se requiere localizar en México para reducir costos logísticos y, por ende, de producción: forjas en frío y en caliente, inyección de aluminio y herramentales, entre otros.

Hoy todo esto se importa de Corea, Japón, Canadá y Estados Unidos, lo que coloca en desventaja a México con respecto a otros países, aunque siga siendo competitivo en partes maquinadas.

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