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Mar 08, 2016 Damián Amaya Blogs, Innovación Competitiva 0
Cuando en la empresa los resultados del sistema de innovación parezcan haber llegado a un nivel de autocomplacencia, podría ser el momento adecuado para iniciar un proceso de optimización.
Si bien en México son ya un número importante las empresas que proclaman ejercer la innovación, todavía no podría asegurarse que son suficientes las que capitalizan su máximo potencial, aquél que permite llegar a posiciones competitivas inalcanzables por cualquier otra vía diferente a la innovación.
La optimización es el proceso mediante el cual, dada una función objetivo y condiciones, se logra elegir el mejor valor posible para maximizar (o minimizar) resultados. Es decir, de entre todo lo posible se trata de encontrar de manera exacta aquello que es superior a todo lo demás; no que parezca, que pueda o que el jefe diga que sea, sino aquello que es fuera de toda duda.
Cuando en la empresa los resultados del sistema de innovación parezcan haber llegado a un nivel de autocomplacencia solamente, pudiera ser entonces el momento adecuado para implementar un proceso de optimización de los esfuerzos de innovación.
Optimizar un proceso de innovación industrial requiere de claridad sobre la ‘variable’ a optimizar, es decir, sobre la característica que se pretende maximizar del proceso, tal como grado de innovación, cantidad de desarrollos, costo de desarrollo, brecha competitiva y otras que definen y diferencian un proceso de innovación común y corriente de uno sobresaliente.
Una vez que se tiene claridad sobre la variable a optimizar es necesario develar la ‘función’ que gobierna el comportamiento de dicha variable, es decir, el fenómeno o la serie de acciones y sucesos interrelacionados que permiten y, al mismo tiempo, condicionan el valor posible máximo que podría tener esa variable, la cual en teoría se podría encontrar en un valor pobre con necesidad de maximizar.
Una ‘variable’ a optimizar podría ser, por poner un ejemplo, ‘brecha competitiva’, que debería entenderse de manera paramétrica como el diferencial en unidades tecnológicas entre el estado del arte y el objetivo de la innovación, es decir, si para un proyecto que involucre resistencia de materiales, se detecta que el máximo exponente ha llegado a una resistencia de 2,500 kg/cm2 entonces maximizar la brecha competitiva podría resultar en un proyecto que resuelva un material con 3,500 kg/cm2, lo cual resultaría en una brecha de 1,000 kg/cm2.
Luego, entender cuál es la ‘función’ que gobierna el que en la empresa siempre se llegue a innovaciones que significativamente superan a las innovaciones críticas de los competidores… aquí debo hacer una pausa: “Innovaciones que significativamente superen a las de los competidores” requiere que podamos compararlas basados en una o algunas unidades de desempeño tecnológico, no con el ‘masomeneador’, no con “nuestro proyecto es más innovador”, no con “lo de nosotros es más complejo”, sino con parámetros duros y contundentes de ventaja competitiva.
Entonces, entender cuál es la ‘función’ que gobierna el que en la empresa siempre se llegue a innovaciones que significativamente superan a las innovaciones de los competidores inicia por una desagregación de las etapas, procesos y funciones involucradas, desde la identificación de la oportunidad meritoria de iniciar un proyecto hasta el lanzamiento de la innovación exitosa al mercado.
El total de las etapas, procesos y funciones necesarios para optimizar la variable puede ahora sí esclarecerse para ver cómo crece o decrece el valor potencial de la variable hasta que se convierte en valor real. Como decía un maestro el primer día de clases:
Conmigo todos tienen 100 de calificación desde el primer día, pero con sus tareas, participación y exámenes esa calificación irá cayendo o recuperándose hasta llegar a un valor al final del semestre. Preocúpate desde ahorita, desde el primer día,nos decía. Lo mismo con la innovación: el resultado final, es la suma de las pérdidas y las ganancias al final del proceso, común y corriente u optimizado.
Si lo graficamos en un plano cartesiano, donde el eje vertical es el máximo valor que quisiéramos de la variable, y en el eje horizontal el tiempo, acomodando ahí las diferentes etapas relacionadas con el fenómeno que gobierna la variable, podríamos graficar la curva de pérdidas y ganancias de la variable a maximizar en la función objetivo. Es decir, podríamos analizar cómo nos alejamos o nos acercamos en cada etapa del proceso al que en la empresa siempre se llegue a innovaciones que significativamente superan a las innovaciones de los competidores.
En cada etapa del proceso la tarea es entonces analizar y solucionar cómo hacer para que el valor potencial aumente 2X, 10X o 100X el valor potencial actual que tenemos en la organización y así sucesivamente todas las demás etapas involucradas para finalmente llegar a concluir que tenemos una posible solución para optimizar nuestro proceso de innovación con respecto a una o ciertas variables.
Sí, tenemos ya algo de innovación en las empresas en México, pero ¿qué tanta será común y corriente y qué tanta sobresaliente?
Acerca del Autor:
Es director del despacho Prodavant especializado en servicios de Innovación Industrial y Vigilancia Tecnológica.
Cuando en la empresa los resultados del sistema de innovación parezcan haber llegado a un nivel de autocomplacencia, podría ser el momento adecuado para iniciar un proceso de optimización.
Director del despacho Prodavant especializado en servicios de Innovación Industrial y Vigilancia Tecnológica.
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