Armadoras de autos gastarán 10 mdd por covid-19: IHS Markit

Ago 06, 2020 admin Automotriz, Más Industria 0

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Estima que las medidas de seguridad e higiene por la pandemia implicarán costos de 10 mdd para los fabricantes de vehículos, en tanto que las nuevas reglas de origen del T-MEC causarán un impacto de entre 4% y 7% en los costos de producción de las armadoras.

 

Por: Guadalupe Cadena

CIUDAD DE MÉXICO (06/08/2020).- Las adaptaciones de higiene para impedir los contagios de covid-19 en las armadoras de autos, más la adopción de las nuevas reglas de origen de producción de vehículos en América del Note, así como la conversión productiva hacia la fabricación de autos eléctricos, híbridos y autónomos no solo causarán cambios en los sistemas de operaciones de las armadoras automotrices, sino que también incrementarán sus costos de trabajo durante los próximos años.

De entrada, la empresa de consultoría IHS Markit

estima que las medias de salud e higiene como la desinfección de las fábricas de autos y las adaptaciones en los centros de trabajo para propiciar la distancia entre personas, para evitar los contagios de covid-19, han implicado un gasto de 10 millones de dólares (mdd) en promedio por unidad productiva.

“Tras un cierre de actividades durante los meses de abril y mayo, ahora nuestros centros de trabajo operan aunque de una manera limitada (…) Y hemos seguido los protocolos como la desinfección de las instalaciones”, comentó Miguel Barbeyto, presidente de Mazda México, en referencia a la planta manufacturera de Salamanca, Guanajuato.

 

En la videoconferencia “Panorama de la industria automotriz de México 2020-2025”, Miguel Barbeyto aseguró que Mazda tuvo que realizar otros esfuerzos durante la cuarentena para mantenerse activa en el mercado y atender a sus clientes, como realizar mantenimiento de autos sin costo durante los meses de abril y mayo, así como acondicionar plataformas digitales en aras de facilitar las compras de vehículos y ofrecer mantenimiento de las unidades.

Asimismo, Delphi Technologies —proveedor de la industria automotriz— refiere que con el regreso a las actividades tras el confinamiento, la empresa se ha enfocado en aplicar medidas de seguridad e higiene en sus centros de trabajo, pero también en concientizar a su personal sobre la importancia de protegerse contra el covid-19.  “Se trata de hacer un cambio de cultura entre los trabajadores”, refirió Francisco Sánchez, director de Relaciones con Gobierno de la compañía.

“Las empresas automotrices han tenido que enfrentar mayores costos por las medidas para prevenir el covid-19, pero también estimamos que las nuevas reglas de origen del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) —que entró en vigor el pasado 1 de julio— tendrán un impacto”, aseguró en el mismo seminario virtual Guido Vildozo, quienes director de Pronósticos para las Américas de IHS Markit, empresa internacional de consultoría.

¿Autos más caros para el consumidor?

Según IHS Markit, las nuevas exigencias para aumentar el contenido regional en la fabricación de automóviles entre México, Estados Unidos y Canadá aumentarán entre 4% y 7% los costos de operación de las empresas armadoras.

“La pregunta es si esto tendrá un impacto en el precio final de los vehículos para los consumidores”, cuestionó Guido Vildozo, al responder que de momento se prevé que las armadoras asumirán la mayor parte de los costos generados por las nuevas reglas de origen en América del Norte, de modo que el consumidor de los autos solamente absorberá un aumento de entre 1% y 2%, aproximadamente.

Como se recordará, el T-MEC establece que los autos ligeros fabricados en Norteamérica podrán comercializarse libres de aranceles en la región, siempre que la mayor parte de sus componentes provengan de alguno de los tres países socios. Anteriormente, el requisito era de 62.5% pero esta proporción aumentó a 75%.

A unos días de haber entrado en vigor el T-MEC, Eduardo Solís, quien durante años fue presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) y que ahora se desempeña como consultor privado, reconoció que las nuevas exigencias de reglas de origen son muy estrictas, por lo que “no todos (los fabricantes) van a poder cumplir”.

Para empezar, de la noche a la mañana, el contenido regional de autos ligeros aumentó de 62.5% a 66% en la primera fase de operación del T-MEC. Si bien las empresas tienen un plazo de tres años para hacer lo necesario en aras de cubrir la proporción de 75%, muchas de ellas todavía se surten de componentes fuera de la región.

En este sentido, varias empresas armadoras ya se acogieron al Régimen de Transición Alternativo, que les concede el permiso de adaptarse a la nueva regla de contenido regional por un lapso de hasta cinco años. Sin embargo,

es importante aclarar que estas son negociaciones que se hacen de manera individual por cada modelo de automóvil y que no tienen una cobertura a nivel corporativo,

aclaró Eduardo Solís.

Además, las reglas de origen que deben cubrir las armadoras en América del Norte también aplican la regla de 75% para los componentes esenciales, tales como motor, transmisión, chasís, suspensión y dirección, lo que si bien tiene una transición de tres años, igualmente genera presiones para las compañías fabricantes, refirió Eduardo Solís, en la videoconferencia.

Y ni qué decir de las reglas sobre acero y aluminio, que establecen que 70% de las compras de esas materias primas tienen que provenir de los países de América del Norte, con la particularidad de que en este caso no existe periodo de adaptación.

Durante las negociaciones del T-MEC, “nosotros (los industriales) pedimos más tiempo para adoptar las nuevas reglas de origen, pero no lo aceptaron” los gobiernos, comentó Eduardo Solís, ante un auditorio compuesto por empresarios, proveedores automotrices, analistas y público en general.

Sobre los cambios que implicarán las reglas de origen del T-MEC en sus esquemas de operación, los representantes de Mazda y Delphi fueron más cautos, al limitarse a comentar que actualmente estas compañías están ocupadas en realizar las adaptaciones necesarias.

Trabajamos en atender las nuevas reglas del T-MEC. Tenemos una nueva planta en construcción en Alabama, Estados Unidos, que junto con la de Salamanca, podrá dar cumplimiento al T-MEC,

comentó al respecto Miguel Barbeyto.

Lo que viene son los autos eléctricos

En las perspectivas para la industria automotriz, los panelistas de la videoconferencia coincidieron en que la fabricación de automóviles de nueva tecnología, como los eléctricos, los híbridos y los que tienen algún grado de autonomía, concentrarán la atención de las empresas fabricantes durante los próximos años.

Por ejemplo, la japonesa Mazda tiene previsto a nivel mundial que, hacia 2030, fabricará una versión de automóvil con algún grado de electrificación por cada modelo de su catálogo de productos, informó Miguel Barbeyto. Sin embargo, el directivo aclaró que de momento no existen planes al respecto para las operaciones de manufactura en México.

De momento, Eduardo Solís aseguró que una empresa fabricante comenzará en los próximos meses a producir un automóvil eléctrico en una planta del Estado de México. Aunque el consultor no mencionó nombres de marcas, en el sector se sabe que estos planes corresponden a Ford.

La conversión de autos de combustión interna a tecnología eléctrica es una tendencia que empujan los países desarrollados, a raíz de sus legislaciones de movilidad limpia, refirió Guido Vildozo, al citar como ejemplo el caso de Estados Unidos en la región de América del Norte. Esta situación propiciará igualmente impactos en los costos de producción de las armadoras, por las inversiones en investigación y desarrollo, y reconfiguración manufacturera, agregó el experto.

El apoyo de los gobiernos al ofrecer incentivos a los consumidores para la compra de estos autos constituye un elemento fundamental , algo que debería considerar México para introducir la movilidad eléctrica de manera más decidida, sobre todo por los impactos favorables que tiene esta forma de transporte para el medioambiente, concluyó Eduardo Solís.

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