Baja participación de AL en cadenas de valor

Oct 14, 2014 admin Economía, Más Industria 1

La región no constituye un proveedor importante de bienes intermedios no primarios para América del Norte, Europa y Asia, revela un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, presentó el informe 2014 sobre cadenas de valor en América Latina y el Caribe. (Foto: Cepal)

Por: Verónica Alcántara

CIUDAD DE MÉXICO (14/10/2014).- América Latina (AL) tiene una baja participación en las tres principales cadenas de valor internacionales: América del Norte, Europa y Asia, revela el informe anual Panorama de la Inserción Internacional de América Latina y el Caribe 2014: Integración regional y cadenas de valor en un escenario externo desafiante, realizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Con excepción de México y algunas naciones de Centroamérica, el resto de los países de la región no constituyen un proveedor importante de bienes intermedios no primarios para esas cadenas, y tampoco son importadores relevantes de bienes intermedios originados en esas regiones del mundo, asegura el informe presentado por Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal.

Aun cuando México destaca por el peso significativo de sus productos de tecnología media en las exportaciones de bienes intermedios a sus socios del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan), principalmente exporta bienes finales producidos a partir de insumos importados, es decir, con escasa incorporación de valor nacional.

Además, existe un bajo grado de integración productiva dentro de la región latinoamericana, pues es evidente la reducida participación del comercio intrarregional en el comercio total de la región y en sus escasos vínculos intraindustriales.

A decir de Alicia Bárcena “el mercado regional es clave para el desarrollo de cadenas de valor en América Latina y el Caribe. La profundización de este mercado constituye una estrategia indispensable para avanzar hacia una inserción internacional más conducente al cambio estructural”.

Esto debido a que el mercado regional es el que absorbe el mayor número de productos exportados entre los países de la región, para la mayoría de los países latinoamericanos, es el principal receptor de las exportaciones manufactureras de media y alta tecnología, de las que concentra en muchos casos más de 70%.

Sin embargo, de acuerdo con la Cepal, pese al fuerte potencial que el mercado regional ofrece para la diversificación productiva y exportadora, la región no lo está aprovechando. “En 2013, sólo el 19% de sus exportaciones totales se dirigió a la propia región. La participación del mercado intrarregional en las exportaciones totales aumenta hasta un 27% si se excluye a México. Aun así, la participación del comercio intrarregional en las exportaciones totales de América Latina y el Caribe es muy inferior a los niveles que se registran en las principales regiones de la economía mundial”.

La situación es más preocupante cuando se habla de manufacturas en el comercio intrarregional, pues hay una reducida participación de los bienes intermedios que alcanzan sólo el 10% del valor del comercio entre los países de la región, mientras que entre los países de Asia, representa un tercio de los intercambios y entre los países miembros del Tlcan se acerca al 20%.

Esto significa que hay un bajo grado de integración productiva entre las economías latinoamericanas y caribeñas, es decir, las importaciones de partes y componentes de las principales economías regionales provienen en su mayoría de proveedores extrarregionales cuando deberían hacerse de países latinoamericanos.

Otro reto en la región está en que se requiere de la participación de las pequeñas y medianas empresas (pymes) de cada uno de los países de la región para acceder a las cadenas de valor internacionales, sin embargo, el análisis muestra una precaria competitividad de muchas pymes latinoamericanas, que enfrentan dos grandes desafíos que son la complejidad de los trámites para solicitar créditos y el requisito de contar con garantías.

Hacia la integración latinoamericana

Según los analistas de la Cepal, para la mayoría de los países de la región, las posibilidades más inmediatas de insertarse en la dinámica de las cadenas de valor están radicadas en el mercado regional.

En primer lugar, el comercio asociado a las redes de producción es especialmente sensible a los costos derivados de la distancia. En segundo lugar, la relativamente alta densidad manufacturera del comercio intrarregional sugiere que se trata del entorno más propicio para el desarrollo de encadenamientos productivos. Y en tercer lugar, el intenso despliegue regional de las empresas translatinas abre similares espacios, en la medida en que dichas empresas establezcan redes de proveedores locales de bienes y servicios en los países donde se establecen

, advierte el informe.

Para ello, en principio, se debe garantizar el pleno acceso de las empresas establecidas en la región al mercado ampliado, fundamento básico de todo proyecto de integración económica, y en segundo lugar, se debe lograr la coordinación de las políticas industriales nacionales en un marco regional o subregional.

Ambos desafíos están estrechamente ligados en el sentido de que una estrategia orientada a la promoción de las cadenas regionales y subregionales de valor, para ser exitosa, requiere un estrecho alineamiento entre la política industrial y la comercial.

De hecho, la expansión de la demanda mundial de materiales, energía y alimentos, especialmente en Asia, abre numerosas oportunidades para América Latina, y para aprovecharlas se requiere una estrategia de transformación productiva que implique retener en cada país una mayor proporción de los excedentes generados por la exportación de recursos naturales, así como destinar esos recursos a fortalecer la innovación tecnológica, la capacitación y el emprendimiento.

Mejorar la calidad de la inserción internacional de los países de la región es fundamental para avanzar en un crecimiento sostenible e inclusivo. Ello requiere coordinar las políticas industrial y comercial

, afirmó Bárcena.

En este sentido, la Cepal indica que es necesario reformular las políticas industriales de los países de la región para pasar de una óptica exclusivamente nacional a una regional o subregional “en donde se evite el proteccionismo en el comercio y la competencia por atraer inversión extranjera mediante ‘guerras de incentivos’”, al mismo tiempo que se avance hacia un mercado regional con reglas comunes.

Incluso, sugiere que en el mediano plazo, se debería lograr una mayor integración formal entre el Brasil y México, por ser las economías de mayor tamaño y sofisticación productiva de la región. Según la Cepal, en torno a estas economías resulta más factible estructurar encadenamientos productivos a los que puedan incorporarse empresas ubicadas en países de menor tamaño.

Asimismo, el informe destaca que no se trata de crear barreras comerciales frente al resto del mundo, alerta el informe, sino de avanzar hacia un mercado regional con reglas comunes y una coordinación regional de las políticas industriales nacionales. “Este sería un desafío ineludible si se desea insertar a la región en el mapa mundial de las cadenas de valor y explotar plenamente el potencial que ofrece su mercado, como lo señala la experiencia de otras regiones”, concluye.

Más información

En 2014, el valor de las exportaciones regionales crecerá en promedio sólo 0.8% tras aumentar 23.5% en 2011, 1.6% en 2012 y caer 0.2% en 2013.

Las importaciones de la región caerán 0.6% en 2014, después de haber aumentado 21.7% en 2011, y 3.0% en 2012 y 2013.

Se prevé que el valor de las exportaciones de bienes aumente durante el segundo semestre de 2014 en torno al 1.9%, lo que supondría una recuperación con respecto a la primera mitad del año. Se espera que las importaciones continúen registrando un crecimiento negativo.