Barrera de entrada, innovación competitiva

Feb 04, 2016 admin Automotriz, Gestión y Mejora Continua 0

Ésta fue la fórmula que planteó el CEO de PRODAVANT Damián Amaya, durante el panel Desarrollo de Proveedores de la Industria Automotriz en el marco de Expo Manufactura 2016. Explicó que necesariamente las empresas deben enfocarse en mejorar el estado de resultados de su empresa, con base en una medición paramétrica. (Parte 1 de 2)

Damián Amaya, CEO de Prodavant y columnista de Vanguardia Industrial durante su participación en el Panel de Desarrollo de Proveedores de la Industria Automotriz. (Foto: VI)
De izquierda a derecha Octavio Fernández, Damián Amaya, Pol van Eyghen, Agustín Ríos y Ricardo Apaez. (Foto: VI)

Por: Blanca Soria/Enviada

MONTERREY, Nuevo León (05/02/2016).- Para que las empresas puedan desarrollar innovación competitiva deben hacer una planeación que incluya elementos dirigidos a construir una “barrera de entrada”, es decir, que el producto que se está desarrollando no tenga una solución obvia, afirmó el CEO de PRODAVANT, Damián Amaya, en el marco de Expo Manufactura 2016.

Durante su intervención en el panel Desarrollo de Proveedores de la Industria Automotriz, organizados por Vanguardia Industrial y EJKrause, el directivo, detalló: “necesitas resolver de manera no obvia para que los demás batallen mucho para igualar esa ventaja competitiva que hiciste. Inviertes en investigación y desarrollo, o en ingeniería de producto, ¿para que cualquiera pueda venir y hacer lo mismo que tú? Pues no es rentable”.

En este sentido, aclaró que la innovación competitiva “es esa innovación dura y contundente que te ayuda a justificar tus estados de resultados. Aquella innovación que se implementa en una empresa, que no es de moda, es porque tiene un objetivo muy claro: incrementar una participación de mercado, una optimización de costos o una ventaja competitiva”.

Amaya, quien tiene patentes de invención estadunidenses en la áreas metalmecánica, plásticos y óptica geométrica, enfatizó que “la innovación competitiva es la que te permite generar brechas y diferenciarte de tus competidores”.

Los tres principios básicos para concretar una patente, señaló, son:

Que sea nuevo para el mundo, no para ti y tu cuadra, y tu mamá y tu primo, porque mucha gente dice: ‘como se me ocurrió, es nuevo, ¿no?; Después, que tenga aplicación industrial, obviamente, y la otra, que resuelvas de manera no obvia, ‘proactividad inventiva’, le llaman,

ilustró el experto al responder la pregunta acerca de los beneficios de la innovación en la manufactura automotriz en México, planteada por Agustín Ríos Matence, expresidente de la Industria Nacional de Autopartes (INA), quien fungió como moderador del panel.

Optimización no es innovación competitiva

Al tocar el tema de la industria automotriz, Damián Amaya, expuso que ésta se concentra en reducir los costos para ser competitiva y por ello se enfoca en optimizar los procesos existentes, pero la optimización no es una solución, si lo que se persigue es la innovación competitiva.

Optimización, explicó, es un tema matemático, es la mejor de las soluciones posibles, dadas las restricciones de un problema: tú tienes fronteras de solución, optimización es llegar al punto óptimo de eso.

Puntualizó que la optimización puede ser local o global: la primera es la que se habilita en tu empresa y la segunda se refiere a mejoras que se implementan, incluso, en otras empresas.

Sin embargo, aunque esa optimización alcance dicha trascendencia, no cubre con el requisito de la “barrera de entrada”, pues se aplica sobre procesos ya existentes y se refiere solamente a mejoras de los mismos, dijo Amaya, cuya empresa diseña protocolos de innovación.

Inteligencia competitiva y sus beneficios

Al referirse al tema de “inteligencia competitiva y tecnológica”, Amaya citó a las industrias farmacéutica y cosmética como pioneras de esta estrategia, cuyo objetivo final, explica, es el de obtener información que ofrezca bases para tomar mejores decisiones y lograr ventaja sobre la competencia, pues “no se gana por méritos, se gana por ventajas” para lograr mayor permanencia y participación en el mercado, especificó.

Así, explicó, se puede elaborar una agenda de decisiones estratégicas, decisiones que no pueden tomarse de manera visceral: “probablemente identificar las mejores oportunidades de diversificación del portafolio de productos que tienes actualmente. Otra puede ser, con qué centros de investigación te conviene vincularte para hacer desarrollos tecnológicos que te permitan superar la competencia.”

Y ejemplificó: “muchas de las cosas que nosotros hacemos todos los días en el despacho, es revisar patentes. Patentes de invención de muchas disciplinas: automotriz, nanotecnología, biotecnología, hasta agropecuaria. En toda esa información de patentes puedes reconocer patrones: quiénes están inventando, hacia qué temas, qué materiales están avanzando, qué tecnología de control numérico, qué tecnología de recubrimiento está avanzando”.

A su vez, la agenda de la inteligencia te permite eliminar los llamados “falsos positivos”, que son proyectos exacerbados en buenas intenciones, cuyos únicos resultados son la pérdida de tiempo y recursos, detalló Amaya, quien regularmente resuelve para las empresas de servicios de vigilancia competitiva y tecnológica.

Para que las decisiones que tomes no sean como las estrellas, porque la estrella no es lo que ves. Esa luz que tú ves, tiene viajando muchísimos años. Probablemente esa estrella ya no está ahí y si tú tomas decisiones con lo que ves, es muy probable que eso se vaya a mover, y tú te quedas con una máquina o un proyecto que va a ser obsoleto en el corto plazo,

comentó.

Amaya mencionó los reportes anuales de empresas estadunidenses que invierten en la bolsa como una fuente de información valiosa en las que incluso se encuentran algunas de sus estrategias.

En inteligencia tecnológica y competitiva, hasta las vacantes de las empresas pueden ser un síntoma: “¿Qué detectas en las vacantes de empleo? Detectas que, por ejemplo, una empresa metalmecánica intensiva, de repente está buscando químicos orgánicos y cuestionas: ¿por qué ya no está buscando metalurgistas? Bueno, lo que pasa es que viene una normativa de Europa –luego baja a Estados Unidos, luego le pega a México–, acerca de que todos los fluidos de tus tornos CNC tienen que ser biodegradables, y tú te enteraste hasta el último. Ya después tienes que ser un seguidor. Entonces son muchos factores que puedes revisar desde el punto de vista de inteligencia competitiva para que tus decisiones estratégicas sean cada vez más contundentes”, ilustró.

La inteligencia competitiva proporciona la información para distinguir entre un proyecto muy bueno que no va a impactar en el estado de resultados y otro que otorgue ventaja competitiva, planteó el asesor empresarial y agregó que además, con dicha información se puede armar una estructura lógica argumentativa, que respalde la presentación de un estado de resultados.

Todos somos vendedores, incluyendo los ingenieros, pues todos vendemos ideas, dijo, por eso, “si a ti te miden por estado de resultados, tienes que armar tu estructura lógica de argumentos”, sentenció.

VER VIDEO (DESARROLLO DE PROVEEDORES DE LA INDUSTRIA AUTOMOTRIZ):
https://goo.gl/iLOlHL

VER VIDEO (EXPO MANUFACTURA 20 AÑOS):
https://goo.gl/Q2jTSB