Covid-19 empuja crecimiento de la generación distribuida de energía

Jul 22, 2020 admin Energía, Más Industria 0

El confinamiento hizo que el consumo eléctrico en hogares y negocios aumentara en el primer semestre, de ahí que la demanda de equipos fotovoltaicos para la pequeña producción de electricidad no se haya detenido. La industria de la generación distribuida fotovoltaica (los generadores mediante techos solares), estima que este año crecerá entre 35 y 40% en instalaciones, un alza similar a la del año pasado. Este es un nicho de negocio prometedor para las energías renovables en el país.

“Como todos se confinaron, lo que subió fue el uso de la energía eléctrica, todos consumieron más energía en su casa, y la gente dijo ‘hay que invertir en paneles’ y las empresas también lo hicieron”, refirió Duhart. (Foto: Cortesía)

Por: Guadalupe Cadena

CIUDAD DE MÉXICO (21/07/2020).- A pesar del covid-19 y de los cambios regulatorios a la industria energética del país, la producción de electricidad en pequeña escala anticipa un futuro promisorio para 2020 y los años por venir, en la medida en la que más usuarios de hogares y de empresas han tomado la decisión de invertir en equipos de energía solar fotovoltaica para su propio consumo.

El año pasado el modelo de generación distribuida (los pequeños productores) creció 40%, con la instalación de 282 megawatts (MW) y 35,000 contratos que fueron firmados,

aseguró Horacio Duhart, director general de la empresa Exel Solar. Para este año, la expectativa de crecimiento es similar, de entre 35% a 40%, comentó el empresario.

En una videoconferencia, en la que se presentó la encuesta “Perspectivas de empresas nacionales e internacionales sobre la industria fotovoltaica del país”, Horacio Duhart dijo que la generación distribuida fotovoltaica (generadores mediante techos solares) arrastra una tendencia positiva en el país, a la luz de lo que sucedió el año pasado, ya que 87% de los nuevos contratos fueron de usuarios residenciales, mientras que otro segmento de 10% correspondió a consumidores empresariales.

“Esto nos indica que el mercado está educándose y convenciéndose de las ventajas de convertirse hacia las energías de tecnología fotovoltaica”, aseguró Horacio Duhart, al explicar que los usuarios perciben ahorros en sus gastos en la medida en que pueden generar su propia electricidad.

En un balance sobre el primer semestre de 2020, el empresario consideró que la generación distribuida ha pasado por buenos tiempos. “Como todos se confinaron, lo que subió fue el uso de la energía eléctrica, todos consumieron más energía en su casa, y la gente dijo ‘hay que invertir en paneles’ y las empresas también lo hicieron”, refirió Duhart, aunque no aportó datos sobre ventas de equipos.

Como se sabe, en mayo pasado, las autoridades emitieron el Acuerdo para garantizar la Eficiencia, Calidad, Confiabilidad, Continuidad y Seguridad del Sistema Eléctrico Nacional, con motivo del reconocimiento de la epidemia del covid-19, cuyas disposiciones imponen limitantes al desarrollo de los grandes proyectos de energías renovables en el país, como los huertos solares.

Almacenamiento, un negocio por explotar

Leonardo Velasco, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Fotovoltaica (AMIF), admitió que en principio el Acuerdo tenía implicaciones para un conjunto de 15 a 18 plantas fotovoltaicas que estaban en etapa preoperativa, pero que no traía ninguna novedad para los pequeños productores. En este sentido, coincidió en que la generación distribuida continuará en ascenso en 2020 y respaldó el pronóstico de crecimiento de entre 35% y 40%.

“En ese esquema (generación distribuida) no hay afectación, pero en gran escala, por las diferentes etapas de esos proyectos que pueden durar un año o más, no sabemos qué tan afectados están porque además representan figuras muy diferentes como autoabasto, venta de energía o subastas”, dijo Velasco.

Sin embargo, el representante empresarial consideró que más allá de los grandes huertos solares, existen otros segmentos de negocio de las energías renovables con amplias perspectivas favorables, tales como la generación distribuida y el almacenamiento.

Sobre este último, Leonardo Velasco dijo que el negocio de las baterías de energía se perfila como un nicho de alto potencial, no solo por necesidades de autoabastecimiento y ahorro de costos, sino también de continuidad en el servicio. “Cuando estás en infraestructura de baja tensión hay interrupciones y el tendido eléctrico del país es diverso, extenso y le falta inversión, es algo que se tiene que terminar”, dijo el empresario.

Horacio Duhart coincidió en que las regiones donde la infraestructura de red de distribución eléctrica es insuficiente, como los estados de Baja California y Yucatán, se verían altamente beneficiadas con la utilización de baterías para garantizar el abasto eléctrico entre la población.

Pero además, la movilidad eléctrica también se perfila hacia el futuro inmediato como un importante usuario de almacenamiento eléctrico. “El almacenamiento crecerá por la flotilla vehicular, que aumentará su participación a futuro y eso promoverá la utilización de baterías”, insistió Leonardo Velasco.

La intermitencia no es pretexto

Otra ventaja de las baterías descansa en garantizar buena calidad en el servicio, ya que al prevenir posibles fallas de intermitencia eléctrica, los usuarios de hogares y empresas darán una mejor protección a sus aparatos eléctricos.

Sin embargo, de momento las autorizaciones para el modelo de generación distribuida están limitadas a una capacidad de generación de 500 kilowatts (KW), de modo que si los usuarios tuvieran permisos para 1,000 KW, este ligero cambio daría un mayor impulso al sector, aseguró Alexander Wolf, director General de Meteocontrol México y Centroamérica.

Ese tema (de los 500 KW) se habla desde hace más de un año, está en la mesa, no se ha movido mucho, pero obviamente vale la pena empujar eso porque las empresas tendrían más posibilidades de instalar sistemas un poco más grandes,

comentó Wolf en la videoconferencia.

El gobierno de México impulsó cambios a su política energética, con implicaciones para los proyectos de energías renovables, con el argumento de que estas no garantizan un servicio confiable libre de intermitencias. Sin embargo, Alexander Wolf consideró que la tecnología actual tiene margen para evitar problemas técnicos.

“Ya existen soluciones técnicas ―de control, monitoreo y almacenamiento, entre otros― que permiten a los sistemas adaptarse al cumplimiento de tales requisitos (de confiabilidad). La experiencia en otras partes del mundo lo demuestra”, concluyó el empresario.