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Feb 12, 2016 admin Automotriz 0
El problema es que las materias primas vienen del extranjero hasta en un 90%, aseguró el CEO de Admexus, Octavio Fernández. Disminuir sueldos o planta laboral no es la vía para contrarrestar el encarecimiento de costos, afirmó en el panel “Desarrollo de Proveedores de la Industria Automotriz”, organizado por Vanguardia Industrial y EJKrause en Expo Manufactura 2016.
Por: Blanca Soria/Enviada
MONTERREY, Nuevo León (12/02/2016).- Los costos son un elemento prioritario para lograr un nivel de competitividad en el mercado de la industria automotriz y “el hecho de que el 80 o 90% de las materias primas provengan del extranjero es una de las causas que nos impactan directamente, y más ahora con el tipo de cambio”, enfatizó el CEO de Admexus, Octavio Fernández, quien aseguró que la estrategia a seguir no es la disminución de sueldos o el despido de trabajadores, sino lograr el desarrollo de productos en México.
Al participar en el panel “Desarrollo de Proveedores de la Industria Automotriz”, organizado por Vanguardia Industrial y EJKrause, el también miembro de AKJ en Alemania y de la Industria Nacional de Autopartes (INA) en México, expuso que el mercado de la industria automotriz a nivel mundial es muy competitivo y aunque México tiene cierta madurez en el ramo, en los niveles segundos y terceros carece de potencial para suministrar productos, debido, fundamentalmente a la falta de innovación tecnológica, pues aunque son buenos, no son competitivos, planteó.
Fernández, quien cuenta en su experiencia laboral con diez años como responsable en el desarrollo de la cadena de proveeduría Tier 1 en México para la región North American Free Trade Agreemente (NAFTA), enfatizó que la industria automotriz mexicana se enfrenta a una competencia con innovación tecnológica en la que diariamente se producen, por lo menos, cuatro o cinco patentes.
El experto en automatización industrial, logística, análisis de costos y mejora continua, explicó que las patentes se enfocan al desarrollo de nuevos materiales, el confort y la seguridad, entre otros aspectos, lo que hace que también la producción de muchos de estos automóviles se realice en competencia.
En Asia y Europa, específicamente en Japón y Alemania se encuentra el desarrollo tecnológico más avanzado, pues buscan siempre hacer la diferencia en el mercado para ser más competitivos, especificó Fernández, quien trabajó durante cuatro años en Alemania, en el área de automatización industrial y proceso automotriz y de manufactura computarizada.
Estas empresas, destacó, necesitan de proveedores de segundos y terceros niveles, pero en México es difícil encontrar aquellos que sean suficientemente competitivos. Solamente hemos encontrado el desarrollo de la industria automotriz porque la mano de obra –y ahora más–, es más económica. No tenemos desarrollo tecnológico y ante esta situación, las empresas medianas o pequeñas quedan al margen,
señaló.
Barreras en automotriz
Con experiencia de ocho años como responsable de ventas técnicas para equipo original Tier 1 en EU, en productos de nueva generación e innovación automotriz, Fernández enfatizó las barreras que existen para que México se integre a la cadena de proveeduría en la industria automotriz. “Una: no desarrollamos automóviles en México; dos: solamente utilizan la mano de obra barata y económica en este país para poder soportar los costos competitivos, por eso tenemos muchas empresas que vienen desde afuera, pero no existen los proveedores de terceros y cuartos niveles”.
Al destacar que las empresas mexicanas no tienen la suficiente madurez para entrar en un ambiente de flujo de alta velocidad, como el de la industria automotriz a nivel mundial, Fernández refirió que en otros países las empresas se integran a la cadena productiva en un periodo de entre cinco y diez años.
La industria automotriz en México es uno de los principales pilares de la economía nacional, dijo y por ello, es importante desarrollar empresas de proveeduría a segundos y terceros niveles, no sólo en este sector, sino también en aeroespacial, médico y de energía, por citar algunos otros, destacó.
Para lograrlo, comentó Fernández, es necesario contar con un programa o proceso de trabajo continuo y perseverante, en el que el empresario haga confluir todos sus factores internos: capacidad en tecnología, mano de obra y maquinaria; habilidad en el manejo del estrés; enfocarse en un producto; contar con un plan de negocios a cinco o diez años; inversión suficiente; conocer los requerimientos del mercado; saber quién es su competencia; contar con certificaciones –la ISO 14000 y la ISO/ TS-16949 que son requisito, tanto de las OEM´s como de las Tier 1 para participar en la cadena de proveeduría–; ofrecer un valor agregado a su producto y tener una estructura de costos para lograr que éstos sean competitivos.
El también maestro en ciencias y toma de decisiones explicó que al conocer todos estos elementos se puede hacer una valoración para saber si la situación de la empresa permite su integración a la cadena de proveeduría en la industria automotriz, o cualquier otra.
Lo que hace la diferencia
De entre todos los factores mencionados, Fernández señaló las certificaciones, la calidad y el recurso humano, como la llave de entrada a la cadena de proveeduría, pero destacó la prioridad que tienen los costos en la competitividad, sin dejar de mencionar la influencia de las tasas de interés y el mercado global.
Si un empresario mexicano va a hacer un tornillo, pues va a competir con China. El gobierno de China subvenciona sus proveedores, o sus empresas, así que el empresario de México tiene que hacer tornillos de alta calidad con todos los requerimientos técnicos y saber a qué precio lo va a vender para poder competir en el mercado. Desafortunadamente, la maquinaria de la mayoría de los empresarios nacionales son de hace diez o 20 años. Estos empresarios ¿están dispuestos a invertir en nuevos equipos?,cuestionó.
No hay capacidad de respuesta
Para ofrecer una idea acerca del atraso que tiene México en la proveeduría para la industria automotriz, el experto detalló que en el país, las empresas Tier 2 y Tier 3 tienen requerimientos anuales de tornillos que llegan a los 400 o 500 millones de unidades y la cantidad que se produce en México no llega ni a 8%, en un mercado que es inmenso, enfatizó.
El especialista –con experiencia en el desarrollo de líneas de proceso de manufactura automotrices en México y Alemania– aseguró que pese a su muy alta estructura de costos, la nación germana mantiene tasas de exportación de 80% debido a su avanzada tecnología y a que sus patentes hacen diferenciación.
Al mencionar que en México no existe ese estatus y hay muy pocos pequeños empresarios que han conseguido integrarse a la cadena de proveeduría de la industria automotriz, Fernández expresó su fe en el mexicano que “es muy inteligente, es muy preparado y aunque necesitamos mucha disciplina, lo mejor es que sí se puede lograr”, aseguró.
“Tengo que prepararme, tengo que entrenar, tengo que buscar la manera de ser competitivo”, esa es la mentalidad que hay que tener para desarrollar pequeñas y medianas empresas de segundos y terceros niveles, que como en Alemania, ejemplificó, se conviertan en el sostén económico de sus regiones.
VER VIDEO (DESARROLLO DE PROVEEDORES DE LA INDUSTRIA AUTOMOTRIZ):
VER VIDEO ( EXPO MANUFACTURA 20 AÑOS):
https://goo.gl/Q2jTSB
El problema es que las materias primas vienen del extranjero hasta en un 90%, aseguró el CEO de Admexus, Octavio Fernández. Disminuir sueldos o planta laboral no es la vía para contrarrestar el encarecimiento de costos, afirmó en el panel “Desarrollo de Proveedores de la Industria Automotriz”, organizado por Vanguardia Industrial y EJKrause en Expo Manufactura 2016.
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