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Sep 08, 2021 admin Aeroespacial, Más Industria 0
Así lo señaló Luis Lizcano, Presidente Ejecutivo de la Femia, quien detalló que con aproximaciones de un crecimiento promedio de 8%, este sector espera volúmenes de unos 7,100 mdd e incrementos a doble dígito hasta 2024, año en el que proyectan alcanzar los niveles de 2019. Al inaugurar las conferencias magistrales de TECMA, aseguró que hay un gap de 5,000 mdd de potencial de importaciones que se pueden producir aquí en México.
Blanca Soria
CIUDAD DE MÉXICO (07/09/2021).- Al inaugurar las conferencias magistrales de la feria de Tecnología en Máquinas-herramienta (TECMA) 2021 con la ponencia “Perspectiva de la Industria Aeroespacial en México”, el presidente Ejecutivo de la Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial (FEMIA), Luis Lizcano, habló sobre la rápida evolución de este sector en el país, expuso el potencial e importancia de la nación en el escenario mundial, así como los estados donde este sector tiene presencia y las fortalezas de las cinco entidades más competitivas en esta industria.
En su participación en este evento –que se realiza del 7 al 10 de septiembre en la Expo Santa Fe de la Ciudad de México—, el directivo de FEMIA mencionó los procesos que la industria aeroespacial mexicana lleva a cabo, las trasnacionales asentadas en el país y el poco tiempo en el que México se ha convertido en “un importante proveedor de la industria”, con un crecimiento promedio anual “excepcional” de 14.3% de 2004 a 2019, pero sobre todo, Lizcano previó un futuro positivo para el sector con niveles de crecimiento para este 2021 de entre 6 y 10%, en el que tomando como promedio un 8% de crecimiento, esperan volúmenes de 7,100 millones de dólares (mdd) y evolucionar a doble dígito hacia 2024, hasta alcanzar los niveles de 2019.
Además de “un gap de 5,000 mdd de potencial de importaciones que se pueden producir aquí en México”, el especialista mencionó las áreas de oportunidad de la industria aeroespacial mexicana ante la pandemia del Covid-19 y la guerra comercial entre Estados Unidos y China, así como la ventaja competitiva de ser vecino de Estados Unidos, el principal mercado del mundo en aeroespacial y de pertenecer a Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
“Muchas oportunidades”, en el sector espacial
México ya trabaja no sólo con la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA por sus siglas en inglés), sino con la Agencia Espacial Europea, afirmó el ingeniero Lizcano, quien sin mencionar el nombre, destacó que incluso “hay una empresa mexicana que acaba de adquirir una constelación de satélites de observación de la tierra, de alta definición”, cuyo proyecto es el desarrollo de constelaciones adicionales, en el cual, los satélites “no solamente van a ser operados, sino que van a ser diseñados y construidos en México”.
El directivo de la federación –que cuenta con unos 120 miembros en 14 estados de la República, los cuales son responsables, dijo, del 80% de las exportaciones de la industria aeroespacial en el país— aseguró que el ramo espacial “es una tendencia industrial”.
Luego de subrayar que a principios de 2021, la FEMIA fue invitada a formar parte del Consejo Coordinador Internacional de Asociaciones de Industria Aeroespacial, “que prácticamente son las grandes ligas de las asociaciones” en donde interactúan con asociaciones de Europa, Estados Unidos, Brasil, Canadá, Japón, Rusia y Singapur, y comparten puntos de vista con la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), Luis Lizcano aseguró que “hay muchas oportunidades” en el sector espacial.
Aseguró que “los fundamentales que tiene México para crecer en la industria siguen estando ahí” e hizo una comparación: así como “antes no hacíamos nada de aviones y ahorita hacemos casi 10 mil millones de dólares, (específicamente) ahorita (se hacen) 7 mil” millones de dólares, “lo mismo (pasará) con el espacio”.
Refirió que entre 15 y 20 años antes, la tendencia industrial era el sector aeroespacial, pero ahora, la rama espacial tiene “una tendencia importantísima: nada más Tesla tiene planteados en los próximos siete años enviar 40 mil satélites en Estados Unidos”, comentó.
Para dimensionar dicha proyección, el directivo ejemplificó: “Actualmente en operación, en órbita terrestre hay aproximadamente nueve mil objetos que están fuera de la atmósfera terrestre, circulando. Acá estamos hablando de los próximos siete años, lanzar 40,000. Esos satélites se tienen que construir, se tienen que lanzar, se tienen que operar y muchos de ellos van a tener también aplicaciones”.
Luego de explicar que en un proceso de producción de un satélite “el upstream es desde que preparas y todo hasta que lo lanzas y lo pones en órbita”, Lizcano detalló que “el dinero fuerte en el espacio no está en upstream. El dinero fuerte en el espacio está en downstream, (que) es cómo utilizamos la información que se genera en los satélites y en el espacio para la utilización de sistemas para la humanidad”.
Al hablar sobre la industria aeroespacial en general, admitió que más allá de crisis como la de las Torres Gemelas, la de la pandemia por Covid-19 “obviamente” es una crisis “mucho más profunda y más grave, pero sin embargo las tendencias que se demuestran y que se ven, incluso con los datos preliminares de este año, se siguen comportando más o menos iguales” que antes de la emergencia sanitaria, cuando ya “había una baja en la demanda”, señaló.
A pesar de que las estimaciones de la FEMIA son a 25 años, Lizcano indicó que “hasta en lo más seguro hay riesgo” y compartió: “Yo creo que ni Boeing, ni Airbus hubieran calculado en sus estimaciones, que esto iba a suceder porque yo creo que nadie lo tenía presente”, dijo al referirse a la pandemia de Covid-19. No obstante, aseguró: “Podemos ver que las tendencias que se han demostrado en otras crisis, sí se siguen y sí tienes, incluso cualitativamente, un marco de referencia”.
México, crecimiento excepcional
Actualmente, indicó, México cuenta con 368 instalaciones industriales, de las cuales 318, que constituyen el 86%, son de manufactura (MFG); 43, que representan el 12%, corresponden a Mantenimiento Reparación y Operaciones (MRO); y 40, el 11%, son de Diseño e Ingeniería (D&E).
Asimismo, expuso que las 368 plantas se encuentran ubicadas en 19 estados de la República, distribuidas de la siguiente manera: 97 en Baja California, 58 en Sonora, 52 en Chihuahua, 50 en Querétaro, 33 en Nuevo León, 14 en Coahuila, 13 en la Ciudad de México, 12 en Tamaulipas, 10 en el Estado de México, 10 en Jalisco, cinco en Guanajuato, tres en Durango, dos en Puebla, dos en San Luis Potosí, dos en Yucatán, dos en Zacatecas, una en Aguascalientes, una en Hidalgo y una en Oaxaca.
No obstante, señaló que es importante no dejarse llevar por los números, pues si se habla del número de empresas, el estado más importante, es Baja California; si se toma en cuenta el número de empleos, Chihuahua sería el más relevante; si se refiere al número de exportaciones, el más destacado es Querétaro, si se habla de la mayor integración de industria nacional, el que resalta es Nuevo León y si se trata de la mayor integración alrededor de un sistema específico, por ejemplo el de propulsión, entonces el relevante es Sonora. “La pelea está ahorita, entre esos cinco”, estableció.
Con este contexto el directivo de FEMIA habló de la importancia que ha cobrado México en el escenario mundial aeroespacial, a pesar del episodio que se vivió en 2019 con los accidentes en Indonesia y Etiopía del 737 MAX, lo que provocó la decisión de las autoridades aeronáuticas internacionales de que el modelo no podía volar más, lo cual representó un problema para México, pues a pesar de dicha prohibición, la producción del 737 MAX continuó durante todo ese año y se detuvo para 2020 ante la imposibilidad de entregar los aviones que se produjeron durante 2019.
Subrayó que no obstante esta situación –aunada al brote de Covid-19 en China, cuya gravedad sanitaria se desconocía en ese entonces—, en México las exportaciones en 2019 lograron un record de 9,682 millones de dólares, un crecimiento de 12.41% comparado con 2018 “y pasamos del décimo, al sexto lugar entre los países exportadores a Estados Unidos, que es el mercado más importante, en un lapso muy corto; 60 mil empleos, una plataforma de manufactura muy competitiva, en menos de 10 años”, exaltó y agregó que “con datos de 2016, México era el lugar 12 en el ranking global de la industria”.
Tras señalar que el 2004 fue el primer año que se emitieron estadísticas individuales para la industria aeroespacial, pues antes era tan pequeña que se le juntaba con la automotriz y la de transporte, Luis Lizcano hizo hincapié en que en 2004 “exportamos 1,300 millones de dólares y en 2019, solamente 15 años después, exportamos 9,600 millones de dólares, el crecimiento fue de siete, ocho veces. Para la industria aeroespacial, que es una industria conservadora, es bastante notable” el avance. De 2004 a 2019 el sector tuvo un crecimiento promedio anual, “excepcional”, de 14.3%, puntualizó.
Compartió que “estos crecimientos no se ven…. El otro día platicando precisamente con la gente de la asociación de Singapur, ellos nos presumían crecimientos cercanos al 10%, que son muy altos, pero nosotros tenemos un crecimiento todavía mayor que eso, hasta 2019”.
Muestra del posicionamiento que tiene el país a nivel mundial es que en México están asentadas compañías globales tales como Aernnova, de España; Airbus Group, de Europa; Bombardier Aerospace, de Canadá; las estadunidenses Collins Aerospace, General Electric, Gulfstream Aerospace, Honeywell Aerospace, Sargent Aerospace, Textron- Cessna, Bell Helicopter, Beechcraft; las británicas Eaton Aerospace, GKN, Rolls Royce, Meggitt; y las francesas Daher Aerospace, Goupe Latécoère, Safran Group y Thales.
Al hablar de los procesos que se llevan a cabo en México en la industria aeroespacial, Lizcano ilustró: “prácticamente México toca todos los sistemas de una aeronave. Se fabrican, o los tocan en México. Desde los componentes para el sistema de propulsión, o sea, los motores de turbinas, aeroestructuras, estamos hablando desde los estabilizadores traseros, alas, partes de fuselaje, interiores de aeronaves, componentes del sistema de aterrizaje, sistemas eléctricos y electrónicos, maquinados de precisión, partes plásticas, tratamientos superficiales, partes de material compuesto, ingeniería y diseño, servicios de mantenimiento, todo eso se hace aquí en México”.
Para ejemplificar el nivel de manufactura en México señaló: “El Boeing 787, Dreamliner. Poca gente sabe que todas las puertas, todo el set de puertas, son ocho puertas las que lleva ese avión; todo el set de puertas es de México, (se fabrican) en Hermosillo”. Además, dijo, “todo lo que es el tema de cableado, vamos a decir, el sistema nervioso de ese mismo avión, no solamente se produce, sino que fue diseñado también aquí en México, en Chihuahua. El A 350 de Airbus, y toda la familia A 320, los sistemas de frenos del tren de aterrizaje se hacen aquí en México.”
Y continuó:
Hay un motor que es el motor más nuevo que es un motor altamente eficiente, (denominado) Leap, que tiene la particularidad de que los alabes, las palas internas de la turbina son de material compuesto, de fibra de carbono. Esas palas que son el tema fundamental en ese nuevo motor, se hacen en Querétaro. La sección trasera (…) del Global Bombardier que es un avión precioso, 18 pasajeros, se hace en Querétaro (…). El Bell 429: toda la cabina, completita, desde abajo hasta arriba… Bueno, arriba lo único que falta es el rotor y las palas, que esas se las ponen en Estados Unidos por temas de certificación, pero toda la cabina se construye en Chihuahua. Gulfstream: la sección intermedia del G 650 se hace en Mexicali, y podemos seguir poniendo más y más ejemplos, el Bonanza y el Baron de Beechcraft, se hacen prácticamente completos, también en Chihuahua, (…) los aviones de Embraer que utiliza AeroMéxico Conect, el nuevo modelo que es el E2 de ese avión brasileño, todos los interiores también están hechos en México, por completo ¿eh?, desde el baño, el portaequipaje, los paneles interiores, todo eso está hecho en México.
Así, ilustró que “México se ha convertido, en muy poco tiempo, en un proveedor muy importante en la industria”.
Los estragos del Covid-19
Con la pandemia de Covid-19, “en abril del 2020 el volumen de pasajeros que se movió en el mundo, comparado con el 2019 era del 9%”, dijo al aclarar que no se trató de una caída del 9%, sino que “el volumen total era del 9%” y cuestionó: “¿Qué negocio puede subsistir con el 9% de sus ventas? Muy difícil. Dejan de viajar pasajeros, entonces se necesitan menos aviones (…) empiezas a cerrar rutas” y esto ocasionó “una reducción significativa” en la demanda de producción aviones, cuya caída general para los de un pasillo fue de 40%, mientras que para los de dos pasillos fue de 60 a 75%, en ambos casos, aviones que cubrían rutas internacionales, especificó.
Dijo que “se cancelaron 15,000 ordenes programadas de entregas de aviones” además de lidiar con el tema de que en México no se consideró el sector aeroespacial como industria esencial, con una disminución de 3,000 mdd, que en un volumen de 9,600 mdd significa casi un 32%, aunque lo rescatable, indicó, es que a pesar de que bajó mucho el volumen de exportaciones, en porcentaje la balanza comercial subió: “sigue siendo positiva para México y lo que (esto) nos indica es que hay más cosas que se hacen en México, que lo que se exporta”.
En 2020, acotó, no hubo órdenes de aeronaves comerciales, con una “pequeña recuperación” en el primer semestre de 2021 “porque empieza a haber también una normalización, entre comillas, de los viajes en avión en el mundo”.
Al ejemplificar los daños, detalló: “Boeing, por ejemplo, retrasó sus entregas del 737 MAX y del 777X, que es un avión más grande, Airbus despidió temporalmente a 3,000 empleados en su fábrica de Francia, Embraer cerró temporalmente sus plantas en Brasil, a pesar de que la aviación regional se supone que fue la que menos se afectó y de todas maneras hubo cierres y paros técnicos”.
Crisis y oportunidad
Tras asegurar que toda crisis genera oportunidades, el directivo de FEMIA comentó sobre las oportunidades: “Nosotros vemos prácticamente tres. Uno, el tema de la sustitución de importaciones sigue estando. México sigue teniendo un potencial importante para que empresas de México llenen este gap de 5,000 millones de dólares de potencial de importaciones del sector aeroespacial que se pueden producir aquí en México y no sólo eso, sino que también existe una cantidad mucho mayor para seguir exportando cosas para poder cubrir la demanda en Estados Unidos”.
Con esta referencia el especialista habló de la geopolítica actual en la que “se están armando bloques comerciales, donde precisamente Estados Unidos, que es el mercado más importante –que dependía mucho de proveedores de Asia en especial, en específico de China—, quiere bajar esa dependencia” ante el inconveniente de la “franca confrontación comercial” en la que se encuentra con el país asiático. Y en este marco, comentó, “México es una de las opciones más viables en Norteamérica”.
Otra oportunidad, mencionó es el bono demográfico de México, ya que en los próximos cinco años se jubilarán más del 50% de los trabajadores de la industria aeroespacial estadunidense y carecen de los remplazos correspondientes porque su población no está estudiando carreras de ciencia, tecnología, ingenierías y manufactura, “sin embargo en México sí hay esa gente y además hay el expertise y la vocación” para ocupar esas posiciones, aseguró.
Una área de oportunidad más, continuó, es la diversificación y la reconversión, y citó la evolución de la industria automotriz de combustión interna a híbridos o eléctricos, en la que “muchas de las partes y muchas de las cosas que se utilizaban en los automóviles actualmente van a dejar de tener sentido y esas empresas que tienen ciertas tecnologías y que manejan ciertas cosas pueden utilizarse o se pueden reconvertir para utilizar otros sectores industriales que no sea el automotriz, entre ellos, precisamente está el aeroespacial” y el tema de los drones, acotó.
Para Luis Lizcano “un fundamental primordial para el crecimiento de México es precisamente la posibilidad de encontrar en México gente que pueda dedicarse a esto, con las capacidades y con la vocación adecuada. Y eso sigue estando ahí”, insistió.
Recomendaciones a pymes
Al hablar sobre lo que necesitan las pequeñas y medianas empresas (pymes) de metalmecánica para incursionar en el negocio de la industria aeroespacial, el ejecutivo de FEMIA determinó que lo primero es contar con la tecnología adecuada que permita cumplir con las especificaciones que pide la industria, que “es muy quisquillosa en ese tema”, pues detalló que las tolerancias son de micras, y que cuando se trata de maquinados se requiere “que realmente sean de alta precisión”, que sean “muy competitivas” y en este rubro, indicó que “normalmente piden que sean de cinco ejes para arriba”.
Además, dijo, hay que contar con certificaciones como la AS 9100, que “es la certificación de entrada. Es como el ISO aeroespacial. Si no tienes esa, cualquier cosa que tú le propongas a cualquier empresa aeroespacial, prácticamente no lo van a considerar. Necesitas tener esa certificación como base y aparte te pueden pedir certificaciones adicionales, dependiendo del mercado a donde vayas”.
Así, estableció que “el tema fuerte está en certificación y tecnología” e indicó que “lo interesante de esto es que los volúmenes –en comparación con, por ejemplo, la industria automotriz que requieren inversiones muy fuertes de capital— te permiten que las inversiones no sea tan severas, aunque sí te piden tecnología”.
De hecho, señaló, “hay muchas pymes que actúan en la industria aeroespacial mundial proveyendo partes y sistemas especializados a la industria” y recomendó “cuidar mucho el tema de confiabilidad y de calidad. Eso es básico”.
Panorama positivo
Lizcano mencionó la ventaja que le da a México el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) al estar, a través de este acuerdo comercial, junto a Estados Unidos, el principal mercado del mundo en aeroespacial, lo que constituye otro de los factores en favor de México para seguir desarrollando a la industria aeroespacial.
A pesar de admitir que “obviamente, sí la estamos sufriendo por el tema de la baja en las demandas”, señaló que “sabemos que eso va a regresar en cuanto, uno: o se resuelva el tema de salud, o nos acostumbremos a vivir con el tema de salud y veamos cómo hacerle”.
Sin embargo, refirió que para este año la industria aeroespacial está previendo un crecimiento de entre 6 y 10% contra 2020. Especificó: “Vamos a estar llegando a volúmenes de 7,100 millones de dólares con un crecimiento (promedio) del 8%. (…) de ahí, (se esperan) crecimientos de doble dígito hasta 2024, hasta alcanzar más o menos los niveles que traíamos en 2019”.
Después de señalar que la aeroespacial es una industria resiliente en la que la reacción a caídas fuertes es de recuperaciones importantes, el directivo de la FEMIA aseveró: “Son tiempos difíciles, pero hacia adelante no se ve tan mal la cosa. Se ve bien”.
Así lo señaló Luis Lizcano, Presidente Ejecutivo de la Femia, quien detalló que con aproximaciones de un crecimiento promedio de 8%, este sector espera volúmenes de unos 7,100 mdd e incrementos a doble dígito hasta 2024, año en el que proyectan alcanzar los niveles de 2019. Al inaugurar las conferencias magistrales de TECMA, aseguró que hay un gap de 5,000 mdd de potencial de importaciones que se pueden producir aquí en México.
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La Industria Aeroespacial sigue despegando en estados como Guanajuato, nuestra especialista Silvia Ortiz de Vanguardia Industrial, nos explica la detonación de este sector en #NoticiasW con #VeroMéndez pic.twitter.com/itZ8boXKcU
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