La digitalización, un paso cultural, no económico: Mitsubishi Electric

Sep 07, 2022 Admin Gestión y Mejora Continua, Más Industria Comentarios desactivados en La digitalización, un paso cultural, no económico: Mitsubishi Electric

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El director general de la trasnacional japonesa en Hispanoamérica, Felipe Rivera, destacó que “la inversión económica en este momento no es la gran restricción”, sino la resistencia cultural que se presenta mayormente por el miedo a usar infraestructura pública disponible, que es la opción, ya que “cuesta una fracción porque sólo pago por lo que uso” y “los beneficios los tenemos documentados en casos con mejoras del 55% en la capacidad  de producción”. Por su parte, el gerente de marketing para Latinoamérica de la firma, Víctor Fuentes, informó que en cuanto a participación de mercado en México, esperan pasar del actual 5% a 10% en tres años y que en el país la firma está recibiendo 30% de inversión adicional.

Silvia Ortiz y Blanca Soria

SAN JUAN DEL RÍO, Qro. (07/09/2022).- Con beneficios “documentados en casos con mejoras del 55% en la capacidad de producción cuando digitalizas un proceso”, la transición al sistema de digitalización no es cuestión económica, sino cultural, destacó el director general de Mitsubishi Electric en Hispanoamérica, Felipe Rivera, quien enfatizó que la digitalización es un paso cultural y no económico, pues “la inversión económica en este momento no es la gran restricción”, e identificó que la resistencia es cultural y se presenta en la mayoría de los casos por miedo al uso de la infraestructura pública disponible, que actualmente, dijo, es la opción, debido a que “cuesta una fracción porque sólo pago por lo que uso”.

En un tour para medios, organizado para familiarizarse con la Industrial Transformation México 2022, a realizarse del 5 al 7 de octubre próximo en el Poliforum León, de León Guanajuato, el directivo informó que a pesar de “los años retadores (…) logramos salir fortalecidos de la pandemia” por Covid-19, “todos los años mantuvimos un crecimiento digamos, positivo (…) en el caso de nosotros no hubo ningún recorte de personal, no redujimos nuestra plantilla de trabajo”.

30% en recursos adicionales y 10% de participación de mercado en tres años

Este año, abundó, “estamos invirtiendo en el 30% de recursos adicionales para el organismo, la infraestructura hispanoamericana,  fundamentalmente en México y, bueno, pues eso, creo,  es un fortalecimiento (…) hemos crecido todos los años, de 2019 a la fecha, y por lo menos en México no hubo ningún impacto a la  gente, a la operación, y ya este año 22 estamos creciendo 30% de recursos”, reiteró.

Al respecto, el  gerente de marketing para Latinoamérica de la firma, Víctor Fuentes, especificó que “nuestro objetivo es alcanzar o superar el 10% de participación de mercado en un plazo de tres años. Ahorita estamos llegándole al 5%”. Asimismo, dijo respecto a las inversiones que “desde nuestro corporativo en Japón, el clúster en Estados Unidos, siguen confiando en el desarrollo potencial de México, es decir, nosotros estamos recibiendo el 30% de inversión adicional para contratar nuevas personas (entre otros aspectos).  Estamos contratando (…) nueve personas (…) que se van a  incorporar al grupo en México  para fortalecer nuestras operaciones  en el país y poder alcanzar esa meta de crecimiento”.

Al retomar la palabra, Felipe Rivera, puntualizó que dentro de la aplicación de esta inversión adicional de 30% “tenemos planeado aumentar nuestro centro de operaciones en Nuevo León.  Teníamos planeado hacerlo este año calendario. Nuestro año fiscal termina en marzo. Entonces lo tenemos planeado hacer para el 2023, pero dentro de nuestro año fiscal 22 que termina en marzo, que es nuestra expansión de la oficina en Monterrey”, en donde, dijo, “tenemos todavía bastante espacio disponible, es una inversión que se hizo hace cinco años… (…) tenemos todavía infraestructura disponible para el centro logístico y para el área de operaciones y administración”, reiteró.

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Semiconductores: nueva planta operará en Japón para 2024

Respecto a las inversiones para producción de semiconductores, abundó el directivo, “los semiconductores es una cadena de suministro compleja que requiere muchísimos ajustes (…) igual que la industria automotriz no es cuestión de una planta, tienes que traer insumos, tienes que traer toda una cadena logística. Lo que sí está haciendo Mitsubishi Electric es una nueva planta en Japón para reabastecer el 40% de la capacidad que tenemos actual, que esperamos, entre en operación en 2024”.

Sobre este tema, explicó: “Nuestro modelo de manufactura es un modelo que le llamamos vertical, es decir, es un proceso muy integral, de forma verticalizada –por el tema del espacio en Japón—,  entonces tenemos toda la entrada de materias primas en la parte  superior del edificio,  todos los diferentes subprocesos de manufactura, procesos de manufactura y la entrega de los productos en la parte inferior del edificio.  Ese edificio está en proceso de construcción en este momento, y esperamos tenerlo ya a capacidad plena a principios del 2024”.

Para dar un panorama actual en el tema de la escasez de semiconductores, Rivera señaló que “lo que está pasando es un reacomodo en las cadenas de suministro porque teníamos una dependencia global muy fuerte en Asia, fundamentalmente.  Y la estrategia global de manufactura es generar segmentos de manufactura, es decir,  América, Asia, Europa, tener sus propias cadenas integrales de suministro. Actualmente hay una dependencia muy grande del mercado asiático porque fue donde se desarrollaron las cadenas de suministro de semiconductores y hay una interdependencia tecnológica, es decir, los fabricantes de semiconductores requieren cierta tecnología  que no… tampoco se puede producir en toda en Asia (…) se requiere alta tecnología disponible, entonces se están reacomodando estas cadenas tecnológicas.

Sin embargo, externó: “Nosotros  esperamos una estabilidad, digamos, a finales de este año (…) principios del próximo, tener ya una mejora en las nuevas cadenas de suministro, que no son fáciles de reacomodar, requieren, insisto,  procesos muy complejos de reabastecimiento de materias primas”.

Al respecto, estimo que “una de las grandes limitantes –aunque parezca chiste— para fabricación de semiconductores es el agua y tenemos una crisis de agua global y la energía también. Cuando hablamos de energía, el agua es una forma de energía también. Agua, vapor, gas y electricidad, son las cuatro formas más comunes de energía, (…) pero específicamente el tema del agua, ha sido algo que ha afectado muchísimo a la industria. Taiwán registró la sequía más grande en su  historia el año pasado, con lo cual  había que decidir si se le daba el agua a la ciudad o se le daba el agua a las industrias de semiconductores ¿no? y tuvo que bajar su nivel de producción… ¡por agua!”. 

Ayudar a “dar este salto’ a la digitalización”

Al retomar el tema de la digitalización, Felipe Rivera destacó que de acuerdo con un estudio global de Deloitte, publicado antes de la pandemia por Covid-19, “hay cinco billones de dispositivos  inteligentes instalados  en la industria a nivel mundial y menos del 2% de esos cinco billones está conectado a una infraestructura digital”.  El ejecutivo resaltó que en Mitsubishi Electric “estamos buscando colaborar con la  industria nacional, digamos, en toda la región hispanoamericana, para realmente llevarlas  a este punto de digitalización. Por supuesto hay algunas (empresas) que siguen mejorando en el proceso de  automatización. Eso no quiere decir que no las vamos a ayudar. Vendemos productos de automatización, pero también estamos  ayudando a transformar. A ‘dar este salto’ a la digitalización”.

El directivo descartó que se pueda identificar qué industria se ha digitalizado más y en cambio enfatizó que “hay casos de éxito en todas las industrias y de repente te sorprenden algunas industrias como textiles, como el calzado, que de repente dan este salto y se posicionan muy bien compitiendo en la industria global. De ser empresas que estaban al borde de la quiebra, hoy compiten con la industria global”, dijo para ilustrar el nivel de beneficio que puede implicar la implementación de la digitalización en una empresa.

Refirió que tanto la automatización como la digitalización, requieren de que se dé “un paso cultural, es un cambio cultural, no es la inversión lo que te limita porque al final del día los casos que hay  documentados de mejora en tu negocio, de manual a automático, son infinitos porque prácticamente la industria ya migró hace muchos años a automatización”.

Así como hoy hay muchos casos de automatización, también hay de mejoras en digitalización, aseguró, “pero estamos en este proceso, que mucha gente todavía se pregunta ‘¿y para qué?, ¿para qué digitalizo?, ¿me digitalizo? Y ¿cómo que voy a poner  mis datos en una nube pública de información?”.

Planteó: “Para lograr integrar todas estas cadenas de suministro,  para poder digitalizar un proceso,  se requiere mucha información,  entonces si tú vas a pensar en tu propia ‘religión’  automatizada, aislada, digamos en un proceso y dices ‘quiero  analizar miles de millones de datos que me deja hoy’, la infraestructura que ya tienes. La mayoría de la industria tiene dispositivos inteligentes instalados, tiene sistemas de cómputo que generan muchísima información, de PLC’s de sistemas imbuidos (…) y cuando analizas cuántos datos utilizan de toda esa infraestructura… es menos del 20%… ¿Por qué no usas el 80%? Porque necesitas mucha capacidad  de análisis de información”.

Ante este hecho, continuó, “¿qué dices? ‘Compro una súper computadora para  yo analizar esos datos’…  ¡Pues ahí pierde la rentabilidad el proyecto! Si tú simplemente saltas al análisis de dato  en una red pública, la red pública ya no se  vende de forma convencional. No vas y compras una computadora. Vas y (…) rentas capacidad de procesamiento de información. Entonces, si yo voy a hacer mil algoritmos de Machine Learning necesito 30 o 40 servidores extraordinariamente caros. Entones, si me regreso a mi ‘religión’ anterior,  necesitaría una mega inversión para hacer esos procesos de Machine Learning y vincular toda la data que ya tengo ¿eh?, la mayoría  de las empresas ya tienen, pero no lo usan”, enfatizó.

La opción, indicó, es “cambiarme de bando y empezar a usar la infraestructura pública disponible que  cuesta una fracción porque sólo pago por lo que uso. Y entonces puedo ejecutar cientos de algoritmos  de Machine Learning para poder encontrar la forma más óptima de operar un proceso integral ¿sí?, este cambio cultural es el que cuesta, realmente”.

Consideró que

la adopción ha sido en general, lenta, porque hay mucha tecnología que tiene años de disponibilidad, oferta robótica y no es  fácil el proceso de adopción, tenemos una oferta de Cobots, que son robots que colaboran con el humano, trabajan con el humano, están  diseñados para ayudarle a hacer las cosas de forma más saludable, que no tenga que cargar (…) ayudo a que la operación sea más rápida (… es) un tema de cómo ayudamos al operador.

Transformar en vez de mejorar

Luego de mencionar que  “una de las conclusiones después de muchísimos estudios académicos  que se  han desarrollado en el MIT es que no hay transformación digital sin una transformación  de pensamiento, una transformación social”, Felipe Rivera indicó que el interés y compromiso de la firma es transformar la industria mundial porque “es uno de las grandes actores del consumo energético y sentimos que existe un dilema social que tiene que ver con el bienestar, pero también tiene que ver con la condición física de nuestro planeta”.

Especificó que “el planeta ya no puede sostener una forma de vida como nosotros (…) la hemos concebido. Hemos llegado al límite físico de la capacidad humana y de la capacidad del planeta. Entonces ¿qué necesitamos? Una transformación social, sin lugar a dudas”.

Refirió que hay una condición de desconexión de la generación millenial con la sociedad como venía discurriendo, pues el discurso de “mejorar lo que hacían mis papás”, ya no es aplicable, debido a que el planeta ya no lo soportaría, por lo que “les hemos dicho ‘ya no me sigas’, pero no les hemos dicho para dónde… y ese es el tema de la sociedad joven”, que es a la que le toca definir, dijo, hacia donde quieren llevar a la sociedad.

En este aspecto, especificó que la mejora continua es un concepto que en su aplicación llega a un límite, “algo nos dice en la lógica que ya no hay capacidad física. Llegamos al  límite físico (…) de la capacidad humana (…) Hay varios estudios que hablan de esta forma de pensamiento (…) del siete más, menos dos, que es esta… la capacidad máxima del pensamiento. Todo lo que logramos hacer… –es un estudio de la escuela de Medicina de Harvard— todo lo que pensamos está en esta capacidad  del ser humano del siete, más, menos dos… los números telefónicos, los nombres de las personas, los nombres de los lugares, prácticamente todo está limitado a esta capacidad humana que tenemos, entonces, ya no hay forma de optimizar más esto”.

Señaló que “la definición de una estrategia es una definición muy compleja para el pensamiento humano.  No puede una persona sola analizar todas las variables en  milisegundos” para determinar la estrategia, dijo al ejemplificar este aspecto en el área de las carreras de Fórmula 1 en las que dijo hubo una transformación en las estrategias de las escuderías “desde hace unos cinco, seis años”, lo que indicó, fue “un cambio profundo en la Fórmula 1”, a partir de definir la estrategia con información en tiempo real, que considera todas las variables del momento con “la tonelada de datos de ese instante”.

Así ilustró la importancia de “comprender que transformación no es mejora. Por supuesto, hay una mejora, pero no es mejora en esencia” y puso otro ejemplo: “Si yo decido ser cristiano, y decido llegar a la santidad cristiana (…) y cada día  me porto mejor y hago más cosas y estoy  alineado para la beatificación cristiana o católica,  estoy mejorando en esta condición, en esta línea, pero para que se comprenda lo que es transformación es que, voy a ser santo y  ya no puedo ser más santo. (…) Y la transformación es decir, ‘voy a ser de otra religión’. Esa es la transformación es un cambio muy profundo. Y no hay transformación digital si no hay transformación social, si no hay transformación del pensamiento humano”, asentó para referirse después a “pequeños cambios que hizo la sociedad japonesa en el 2011”, cuando por el impacto de un tsunami el país se quedó sin la capacidad de generar el 40%  de su energía, por lo que el gobierno implantó recortes de energía y a partir de ahí, “sucede un fenómeno espectacular (…) como una transformación de pensamiento, una transformación social”, en el que la población empezó a desconectar las impresoras que no se ocupaban y a conectarlas sólo en el tiempo en que las utilizan.

“Nosotros como Mitsubishi Electric hemos estado trabajando muy profundamente  en la transformación de la manufactura automotriz mundial”, ubicándonos, dijo, como líderes en tecnología automotriz a nivel mundial, pues “trabajamos con toda la industria japonesa de fabricación automotriz, pero para que realmente la industria automotriz tenga una transformación en el impacto social, que dejemos de consumir tanta energía, tiene que haber cambios de consumo. Podemos llegar al auto de hidrógeno,  (…) pero también tiene que haber un cambio de conciencia en la forma que utilizamos el auto (….) detrás de esta transformación, para que ahorremos cuatro veces la energía que consumimos hoy en transporte, tiene que haber un cambio de pensamiento. Por ejemplo, el transporte colectivo, el auto compartido”, algo, que resaltó, “resulta inconcebible” para las generaciones que casi son de la tercera edad.

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