Última actualización noviembre 21st, 2024 12:01 PM
Los empleados comprometidos son los únicos capaces de crear riqueza e impulsar la productividad. Al incrementar el número de empleados altamente satisfechos, la posición competitiva de un país mejora.
Por: Miguel León Garza
CIUDAD DE MÉXICO (26/12/2014).- El desarrollo y crecimiento de las naciones en el siglo XXI estará centrado fundamentalmente en el desarrollo de capacidades y habilidades de las personas y no tanto en los recursos naturales. En consecuencia, en el largo plazo, la composición de la pirámide poblacional marcará, en gran parte, el futuro de las naciones, de tal modo que existen países con una población joven y con gran potencial y otros en donde los que se retiran no alcanzarán a ser reemplazados por los que ingresan a la fuerza laboral.
La productividad y la competitividad de una nación se miden a largo plazo. Sólo mejorando e incrementado la habilidad de las empresas y las naciones para transformar sus insumos en productos y servicios de alto valor y alto consumo, se puede progresar, mantener y mejorar el nivel de vida de sus habitantes. Esto requiere de un ambiente de negocios capaz de sustentar la innovación en productos y procesos, de tal manera que las empresas generen puestos de trabajo de acuerdo con la composición demográfica.
Según Jim Clifton, en su obra La guerra futura por los puestos de trabajo (The Coming Jobs War), en el mundo, redondeando las cifras, aproximadamente existen 7,000 millones de habitantes, de los cuales 5,000 millones son mayores de 15 años en edad de trabajar y tan sólo 3,000 millones cuentan con un empleo, de estos, 1,800 millones son trabajos eventuales, el complemento de 1,200 millones son puestos de trabajo permanentes. Esto nos lleva a reflexionar sobre la importancia de la creación de los mismos y la competencia que se estará dando entre las naciones por generar puestos de trabajo.
Competitividad y Productividad
La defición de competitividad, según el Institute for Management Development (IMD), es la habilidad de las naciones para crear y mantener un clima que permita competir a las empresas que radican en ellas.
El Foro Económico Mundial (WEF) la define como el conjunto de instituciones, políticas y factores que determinan el nivel de productividad de un país. Para el Banco Mundial, en su reporte Doing Business, es la facilidad de hacer negocios.
El Índice de Competitividad Internacional (IMCO) puntualiza que es la capacidad para atraer y retener inversiones y talento.
La definición más comúnmente utilizada de productividad la podemos definir como la relación que existe entre lo que una organización produce y los recursos requeridos para ello, es decir:
La productividad depende de los recursos y su uso, y de manera importante, del querer hacer las cosas bien, y del desarrollo de capacidades y habilidades, (Skill & Will).
Así por ejemplo, en la industria automotriz las plantas instaladas en México, son altamente productivas, en gran parte debido a la habilidad de la mano de obra mexicana y a unos procesos y sistemas de manufactura que se han enriquecido con las aportaciones de fabricantes japoneses, norteamericanos y europeos, de tal manera, que podríamos hablar de una manufactura mexicana de ‘clase mundial’ altamente productiva y competitiva que cumple con lo que hemos definido con productividad y competitividad.
En síntesis, la productividad de un país a nivel macroeconómico estará dada en función de la utilización de sus recursos, de las habilidades, el talento y el alto grado de compromiso de su gente.
En Estados Unidos, según ha determinado una encuesta de Gallup, el 28% de la fuerza laboral estadounidense está comprometida con su trabajo, el 53% es indiferente y un 19% están totalmente desconectados con su trabajo y con la empresa.
Los empleados comprometidos son los únicos capaces de crear riqueza y de incrementar la productividad de la empresa. Al incrementar el número de empleados altamente satisfechos la posición competitiva de Estados Unidos en el mundo mejoraría.
De modo similar en México, aunque no tenemos las cifras, es importante incrementar el número de mexicanos comprometidos con su trabajo, independientemente de los inconvenientes que se pudieran presentar en el desarrollo de nuestras actividades profesionales. Esta situación se está dando en el sector automotriz, en particular, en la parte central y norte del país.
Acerca del Autor:
Profesor Decano del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas (IPADE); consultor en el Sector Automotriz. Experto en Competitividad, Productividad y Operaciones. Autor del libro Vocación Industrial de México. Miembro de la Academia de Ingeniería.
Leer el artículo completo en:
http://www.vanguardia-industrial.net/revista-b2b/la-ruta-de-la-innovacion/
Los empleados comprometidos son los únicos capaces de crear riqueza e impulsar la productividad. Al incrementar el número de empleados altamente satisfechos, la posición competitiva de un país mejora.
Administrador del portal de noticias de la industria Vanguardia Industrial www.vanguardia-industrial.net
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