La importancia del clúster

Ago 17, 2022 . Blogs 0

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Durante los últimos años, el Clúster de Electrodomésticos (CLELAC) se ha encargado de detonar a esta industria. Si queremos llegar a ser un país donde brilla la fábrica inteligente y que es precursor de la innovación en diferentes niveles de la industria, tenemos que pensar en los factores externos que podrían representar obstáculos para el crecimiento constante y el desarrollo de las mismas empresas mexicanas. Con trabajo en equipo y resiliencia, organizaciones como el CLELAC dan el ejemplo de cómo cumplir con la tarea.

CIUDAD DE MÉXICO (17/08/2022).- Los clústeres industriales tienen como una de sus premisas crear un sistema colaborativo de crecimiento que, si bien tiene como primer común denominador la ubicación de las organizaciones, va mucho más allá de esto, pues considera el impulso competitivo, la relación con gobierno y academia, así como la capacidad de detonar nuevas oportunidades para pequeñas y medianas empresas.

Recientemente, la industria de electrodomésticos de Nuevo León, de la mano del Clúster de Electrodomésticos (CLELAC), anunció su evento más importante, el Encuentro de Negocios que cada año reúne a OEM’s y proveedores para generar nuevas sinergias de trabajo.

 Para este año, la expectativa es superlativa: las empresas tractoras llegan con la intención de colocar más de mil millones de dólares en nuevas fuentes de proveeduría, que van desde plásticos y hules hasta empaques y embalajes.

El potencial de la industria manufacturera mexicana empieza a ver los frutos del nearshoring, con un pronóstico justificado de que esto es sólo la antesala de lo que veremos en los próximos años. Las inversiones, la regionalización y la demanda de nueva proveeduría seguirá siendo parte del devenir de la industria manufacturera en el país.

Si bien el contexto aquí planteado suena positivo para cualquier observador, es importante tomar en cuenta la activación que debe haber detrás por parte de grandes asociaciones como el CLELAC, y de pequeños entes, como una pequeña y mediana empresa (pyme) mexicana, para que al final podamos ver resultados exitosos.

Durante los últimos años, el CLELAC se ha encargado de detonar a la proveeduría local por medio de un mapeo de las pequeñas y medianas empresas que se pueden unir a las cadenas de proveeduría de la industria de electrodomésticos.

Asimismo, ha impulsado programas completos –y complejos– de reentrenamiento para técnicos y supervisores del sector electrodomésticos, en esta búsqueda por optimizar la profesionalización de la manufactura nacional y enfocar a los proveedores hacia esta industria.

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Pese a que el clúster juega un papel de motivador e intermediario en la relación proveedor-cliente, las empresas locales deben aceptar con mucha apertura las recomendaciones que se les hacen, entender la importancia de las tendencias globales de la industria y adaptarse a ellas, sin olvidar lo importante que es la disponibilidad para escalar la empresa y satisfacer las necesidades de clientes que pueden ser muy exigentes.

La calidad de esta proveeduría ha dejado de estar a discusión, pues hoy en día más del 80% de ésta tiene un destino de exportación.

En el caso específico de la industria de electrodomésticos, mucho de este avance se debe a figuras como el CLELAC, a la seriedad de las organizaciones globales que llegan al país y a la gran capacidad y talento que hay en las pymes mexicanas.

Pensemos ahora en los retos que vienen a partir de este nearshoring y lo que se convertirá, muy probablemente, en una nueva avalancha de inversión y oportunidades para la industria mexicana.

Por ello, es inevitable reflexionar sobre los factores externos que podrían representar obstáculos para el crecimiento constante y el desarrollo de las mismas empresas mexicanas.

Me refiero, sobre todo, a la inflación, a la seguridad, al acceso a servicios básicos, a mejorar los mecanismos de crédito e inversión, y a la necesidad de garantizar una industria más sostenible, con la capacidad de trabajar con fuentes alternas de energía, por ejemplo.

Si queremos pasar la página como un país que presume de ser un centro de manufactura a uno en donde brilla la fábrica inteligente y que es precursor de la innovación en diferentes niveles de la industria, tenemos que pensar en este contexto como el punto de partida a una nueva era industrial.

Organizaciones como el CLELAC dan el ejemplo de cómo cumplir con la tarea y de demostrar, con resultados, que en equipo se puede trabajar muy bien y reinventarnos hacia un futuro complejo, que exigirá lo mejor de nosotros. Es el tipo de filosofía de trabajo y compromiso que nos ayudará a mantenernos competitivos.

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• Carlos González, CLELAC, Clúster de Electrodomésticos, resiliencia

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