Última actualización noviembre 21st, 2024 12:01 PM
Entre ellos, el desabasto de semiconductores, las reglas de origen y el capítulo laboral del T-MEC, la seguridad vial efectiva, transitar de motores a gasolina a híbridos y eléctricos, así como desarrollar la infraestructura necesaria correspondiente. Todo ello en un entorno de procurar, por un lado, la protección sanitaria a cada una de las personas que colaboran en la industria automotriz y por el otro, el fomento de acciones que contribuyan a la recuperación económica.
CIUDAD DE MÉXICO (10/11/2021).- Como todo sabemos, este periodo ha sido especialmente difícil debido a los retos presentados con la emergencia sanitaria global por Covid-19. Sin embargo, a pesar de las dificultades, quisiera recalcar que todos los miembros del sector automotriz hemos podido trabajar de la mano con gobiernos, empresas y sociedad para salir adelante y continuar con la tarea de procurar el desarrollo de actividades que favorezcan la recuperación económica ante una coyuntura tan adversa.
Durante ya casi un año y medio, frente a un panorama desconocido e inesperado, desde la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) hemos trabajado incansablemente para poder cumplir con las demandas del mercado y adelantarnos a las necesidades cada vez más específicas de los consumidores. También nos hemos mantenido sensibles y alertas a la situación mundial actual, que ha puesto al centro de toda conversación la necesidad de brindar especial protección a cada una de las personas con las que colaboramos en esta industria.
En México, tenemos retos importantes en materia de recuperación económica. Las expectativas de los especialistas en economía del sector privado, consultados por el Banco de México en su encuesta de julio de 2021, muestran en promedio una variación anual del PIB de 6.06% para 2021 y 2.83% para 2022, mientras que la expectativa de inflación general es de 5.94% para 2021 y 3.70% para 2022. Y a pesar de mantenerse como una expectativa aún reducida, es necesario que consideremos estimaciones de analistas, quienes señalan que entre los principales factores que podrían obstaculizar el crecimiento económico de nuestro país en los próximos seis meses se encuentran los problemas de inseguridad pública, la incertidumbre política interna, y la debilidad en el desabasto de semiconductores.
En ese sentido, es importante recordar que, como cada sector, dependemos de múltiples factores para poder generar, de manera adecuada y dentro del tiempo requerido, los productos que buscan los consumidores. Una de las dificultades más grandes a la que nos hemos enfrentado en los últimos meses es el desabasto en los semiconductores.
Este problema es resultado de la sobredemanda de estos componentes para la fabricación de equipos como consolas de video juegos, teléfonos celulares, computadoras, cuya demanda aumentó en forma inesperada por el Covid-19. Sin embargo, los semiconductores son también una pieza clave en la fabricación de autos, pues se utilizan en los sistemas de control de vehículos, tal es el caso del velocímetro, los sensores de proximidad, sensores de las llantas, detectores de acompañante para la alarma del cinturón de seguridad, cámaras de reversa, entre otros.
En la AMIA habíamos previsto que este problema podría revertirse hacia el tercer trimestre del 2021, sin embargo, la tercera ola de Covid-19 ha mantenido esta creciente demanda de semiconductores por parte de distintos sectores, ocasionando que la solución se retrase y afecte directamente los planes de crecimiento que teníamos en mente.
Esperábamos una reactivación en producción y exportaciones del 12% frente al 2020, pero debido a los resultados del mes de julio y agosto es necesario ver cómo se comporta la proveeduría de semiconductores en los siguientes meses; el resultado podría ser que al cierre del año los volúmenes de producción y de exportación sean similares a los del año pasado.
Es importante resaltar que la solución a este problema coyuntural no será inmediata, pues el proceso de fabricación de semiconductores es complejo y el incremento en la capacidad de producción requiere de fuertes inversiones que llevan tiempo.
T-MEC: reglas de origen y capítulo laboral
Por otra parte, hemos ya cumplido un año desde la implementación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). A un año de esta entrada en vigor, podemos destacar que siempre representa una oportunidad, pero también retos. Los principales retos por superar para la industria automotriz están ligados a los requisitos establecidos para considerar como originario un vehículo y las disposiciones del capítulo laboral.
El cumplimiento de las disposiciones del capítulo laboral, en términos generales, implican la aplicación estricta de la reforma laboral aprobada por el Congreso en México, mediante la cual hay un compromiso por garantizar la existencia de una efectiva democracia sindical y el ejercicio pleno de la libertad de asociación por parte de los trabajadores. Asimismo, se creó el Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida (MLRR), para la vigilancia del cumplimiento de este compromiso, con el cual las sanciones comerciales son aplicables al sector productivo, en este caso aplicarían directamente a las empresas y pudieran hacerse extensivas a la cadena de valor de productos manufacturados, impactando así sus exportaciones.
No obstante, es importante destacar que en el cumplimiento de los compromisos laborales es obligación de los sindicatos respetar los derechos laborales, esto sin la intervención de las empresas en dichos procesos, por lo que, lo sucedido con la armadora en Silao refleja que, en efecto, el nuevo capítulo funciona para los empleados. Por ello, en la AMIA somos respetuosos de ese procedimiento en favor de los trabajadores y de cada uno de los esquemas.
Nos complacen, a su vez, las conversaciones que constantemente tienen las secretarías encargadas del tratado en los tres países, ya que para nuestro sector refleja el interés internacional para invertir en México, la necesidad de hacer una región más competitiva y cumplir con los acuerdos establecidos durante las negociaciones.
Un ejemplo es el diálogo que se está teniendo para revisar la interpretación sobre el capítulo de reglas de origen. Desde nuestro lado, los miembros de la AMIA continúan trabajando en la adaptación a las reglas de operación plasmadas en el T-MEC, sin embargo, es fundamental tener claridad de cuáles son las reglas que rigen el comercio entre los países de la región de América del Norte, por ello estamos en pláticas con la representación comercial del gobierno de Estados Unidos para lograr que se respete lo establecido en el texto del tratado y de las reglamentaciones uniformes, las cuales estipulan que para que el vehículo sea considerado originario obliga al cumplimiento de cuatro requisitos:
Un mayor porcentaje del Valor de Contenido Regional (VCR) del vehículo: incrementará de 62.5% a 66%, hasta llegar al 75%; un VCR del 75% en autopartes esenciales − ejes, transmisión, carrocería y motores; comprobando que el 70% del acero y aluminio incorporado a vehículos deberán tener como origen cualquiera de los tres países integrantes; y el Valor de Contenido Laboral (VCL) dicta que una proporción obligatoria del valor del vehículo sea producida por trabajadores con un sueldo de al menos 16 dólares estadounidenses por hora. En el caso de vehículos ligeros, se solicita un mínimo del 30%, porcentaje que incrementará hasta llegar al 40% en un periodo de tres años.
El principal reto que implican estas modificaciones en la regla de origen es el de un cambio tanto en el enfoque como en la estrategia de abastecimiento de las partes y componentes que conforman un vehículo. Sin embargo, este reto representa al mismo tiempo, una de las más importantes oportunidades para que la relocalización de la proveeduría se ubique en nuestro país.
Consulta el artículo completo en nuestra Revista B2B digital: https://cutt.ly/KToNWst
Entre ellos, el desabasto de semiconductores, las reglas de origen y el capítulo laboral del T-MEC, la seguridad vial efectiva, transitar de motores a gasolina a híbridos y eléctricos, así como desarrollar la infraestructura necesaria correspondiente. Todo ello en un entorno de procurar, por un lado, la protección sanitaria a cada una de las personas que colaboran en la industria automotriz y por el otro, el fomento de acciones que contribuyan a la recuperación económica.
El Dr. José Zozaya Délano es presidente de Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA). Cuenta con más de 40 años de experiencia en el relacionamiento con empresas de la iniciativa privada y de gobierno. Dentro de su amplia trayectoria se destaca su colaboración con la industria ferrocarrilera.
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La Industria Aeroespacial sigue despegando en estados como Guanajuato, nuestra especialista Silvia Ortiz de Vanguardia Industrial, nos explica la detonación de este sector en #NoticiasW con #VeroMéndez pic.twitter.com/itZ8boXKcU
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