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Ago 19, 2016 admin Automotriz 1
Manufacturera de Cigüeñales de México no sólo superó la crisis en 2009, sino que ha logrado el estatus de socio tecnológico de sus clientes, exporta en un 80%, y cuenta con un prototipo para línea de producción y una patente en trámite.
Por: Silvia Ortiz/Enviada
TOLUCA, EDOMEX (19/08/2016).- La empresa Manufacturera de Cigüeñales de México (Macimex), subsidiaria de Grupo Quimmco, se ha convertido en un caso de éxito al reinventarse a sí misma y remontar los efectos negativos que le causó la crisis de 2008-2009 en el sector automotriz.
Las cifras de facturación registraron una “caída fuerte”, afirma en entrevista el director de Ingeniería y Manufactura Avanzada de Macimex, Juan José Gasca.
Y refiere que “de 105 millones de dólares que facturábamos caímos a 60 millones de dólares, entonces esto era preocupante, esto fue algo que ‘nos movió el tapete’ y nos llevó a la reflexión: de seguir haciendo lo mismo seguramente la empresa hubiera desaparecido”.
Sin embargo, en sólo seis años, la compañía ha recuperado sus ventas al punto que espera cerrar 2016 con una facturación de poco más de 145 millones de dólares. Además, sus dos plantas –una en Nuevo León y otra en el Estado de México– cuentan con una capacidad instalada anual superior a los dos millones de cigüeñales para sus clientes de Norte, Sudamérica, Europa y Asia, pues el 80% de su producción se exporta.
Y es que la empresa decidió apostar por la investigación y el desarrollo tecnológico.
Invertir en el éxito
Fue así como, en 2010, Macimex invirtió en la creación de un centro especializado, en colaboración con el Tecnológico de Monterrey campus Estado de México. Además, comenzó a destinar un porcentaje de sus ventas a I+D: para el primer año, 1.6%; para el segundo, 3.5%; hasta estabilizarlo en un promedio de 1% anual. Otro factor es que se está convirtiendo en experto concursando en programas: de gobierno para obtener recursos económicos y de instituciones internacionales para participar en proyectos a nivel mundial.
El directivo recuerda el punto de partida: “La primera idea que tuvimos fue crear un centro de innovación y tecnología, pero todo lo queríamos ‘tener en casa’, queríamos tener equipos, queríamos tener conocimiento; empezamos a ver a nuestro alrededor y nos dimos cuenta que había muchas cosas, a 20 km de nuestra empresa nos encontramos con el Tecnológico de Monterrey y decidimos iniciar una aventura en un proyecto conjunto para la creación de un centro de innovación y tecnología”.
Desde entonces se ha mantenido una relación de ganar-ganar, la cual, considera, “es la base para poder seguir impulsando esto. Ganamos por los dos lados: gana la industria y gana el sector educativo”.
Macimex consiguió crear su centro I2deas, y el Tecnológico de Monterrey fundó su incubadora de centros tecnológicos. “De eso se trata, de cómo estas sinergias nos llevan a que todos ganemos y cómo aprendemos todos a aliarnos para aprovechar lo que hay”, asegura Gasca.
El especialista destacó la importancia de una planeación estratégica en un nuevo proyecto. En el caso de Macimex “para no empezar a lo loco o de forma desordenada” decidió elegir el diseño, la manufactura avanzada y los materiales avanzados como las plataformas tecnológicas en las que enfocaría su desarrollo.
El proceso de desarrollo de un motor se lleva, en promedio, 36 meses: desde el diseño, la ingeniería, el prototipado, las pruebas de durabilidad, la validación de los sistemas de calidad y los arranques.
Tras analizar dicho proceso, como fabricante de cigüeñales –una de las cinco piezas clave para las ensambladoras de autos–, la empresa se dio cuenta que únicamente participaban un poco en prototipado y en validación, así que se propuso intervenir también en los procesos primarios.
Dentro de la planeación estratégica definimos que si queríamos ganar contratos teníamos que estar presentes en las etapas primarias del desarrollo del motor, donde hay menos competencia, donde el cliente nos ve como socios, donde compartimos tecnología, donde ayudamos,explica Juan José Gasca.
Así que mediante el centro I2deas la empresa buscó participar en todas las etapas del proceso abiertas a los proveedores y actuó en consecuencia.
“Para poder entrar en todo esto y estar preparados, nos capacitamos en diseño, ingeniería, en prototipos, creamos una línea de prototipos, nos capacitamos en pruebas de variabilidad, creamos un laboratorio y con esto, aumentaron las posibilidades de conseguir nuevos clientes, o los nuevos lanzamientos de los clientes actuales”, comenta y estima que con sus 30 años de experiencia fabricando cigüeñales, Macimex tiene la capacidad de hacer productos más maquinables, baratos y eficientes.
“Triple hélice”, un rápido resultado
Con el centro I2deas se formalizó la alianza entre el gobierno, la academia y la empresa, a través del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el Tecnológico de Monterrey y Macimex, respectivamente, y así, la “triple hélice” comenzó a dar resultados en muy poco tiempo.
Además del apoyo del Tecnológico de Monterrey, el centro I2deas también cuenta con la colaboración de centros de investigación de Estados Unidos e Inglaterra. El personal de Macimex ha recibido formación a nivel maestría en Ingeniería Automotriz y cursos especializados en diseño y prueba de cigüeñales.
Otra de sus estrategias es la de captar recursos económicos gubernamentales. Para ello la empresa creó un área que vigila las convocatorias para acceder a esos fondos y revisa el proceso de participación con el objetivo de lograr ese beneficio. En este rubro, su éxito a la fecha alcanza entre 80 y 85%. Así, han obtenido recursos para diversos proyectos, con inversiones entre 10 y 12 millones de dólares entre lo aportado y lo recibido.
“Metemos como dos proyectos por año, desde 2010, o sea, ya son doce proyectos. Un tema importante es que cuando las empresas no han participado en las convocatorias piensan que las cosas son gratis y que se les tiene que fondear todo su desarrollo, pero no es así, la empresa debe tener capacidad y debe invertir normalmente la mitad. De lo que se invierte en el proyecto, el 50% lo paga la empresa, y el otro 50% lo paga el gobierno a través de cualquier entidad, así es en México”, aclara Gasca en entrevista realizada durante el evento denominado: Innovation & Industry – Cluster Automotriz Estado de México”, organizado por el Clúster Automotriz del Estado de México.
Macimex ha trabajado también –en conjunto con academia y gobierno—en la generación y retención de talento. En este sentido ha participado en convocatorias no sólo de Conacyt, sino de la Secretaría de Economía a través del Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem).
“Con el centro iniciamos con programas de maestrías, iniciamos con software especializado, veíamos con quién nos teníamos que capacitar y veíamos a nivel nacional a empezar con los grandes y a perder el miedo a acercarnos a los grandes. Entonces nos acercamos a un centro de investigación y desarrollo en Inglaterra y con el miedo de decir ‘pues nos van a batear’, y la sorpresa que nos dieron es que nos dijeron: ‘estamos dispuestos a colaborar con ustedes”, dice Juan José Gasca.
En ese centro británico –que trabaja con sectores de la industria como energía, aeronáutica, aeroespacial y automotriz, entre otros—Macimex capacitó a sus empleados, adquirió nuevo software, transformó su laboratorio de planta en uno de investigación y amplió sus capacidades de manufactura, refiere el especialista.
A la fecha la empresa ha participado con el Instituto de Investigaciones Eléctricas (IIE) en un proyecto eólico para el desarrollo de un aerogenerador 100% mexicano, con el que se consolidó un área de soldadura y otra de tratamientos térmicos, dando como resultado la captación de nuevos clientes.
Desarrollar nueva tecnología en procesos de tratamiento térmico del cigüeñal, utilizando láser, ha sido uno de los proyectos más destacados en el que ha participado la empresa y gracias al cual se cuenta ya con un prototipo con el que se podrá crear una máquina industrial para aplicación en línea de producción.
Aunque esta máquina reduciría de 30 a 40% los costos del proceso, así como el número de operaciones y el consumo de energía, todavía se busca alguna empresa automotriz que quiera aplicarlo.
En este trabajo de Iberoeka –instrumento de apoyo a la cooperación tecnológica empresarial en Iberoamérica– Macimex colaboró conjuntamente con una empresa española, centros de investigación de España y México, el Tecnológico de Monterrey, una Pequeña y mediana empresa (Pyme) mexicana y la Universidad Politécnica de Madrid.
Otro proyecto en el que colaboró la compañía –con General Motors—fue el realizado en Uscar, Estados Unidos, a fin de atraer tecnología de punta para desarrollarla y aplicarla en el país. Es una práctica que se hace desde hace muchos años en Europa o Japón: los competidores se unen, desarrollan algo y luego lo explotan de forma comercial.
Ya con la dinámica de participar en varios proyectos y con el aval de la “triple hélice”, Macimex también estableció un área de materiales avanzados, así que ahora cuenta con una planta piloto para desarrollo de aceros de alta resistencia mecánica y manufactura de cigüeñales, entre otras.
En avanzada, “hacer que las cosas pasen”
Inmersa en el mundo de la innovación y el desarrollo tecnológico, en los seis años recientes la compañía ha establecido otras alianzas con clústeres como los automotrices del Estado de México y el de Nuevo León, así como el minero-petrolero de Coahuila, y actualmente pertenece al Clúster de Diseño de Nuevo León.
Asimismo, Macimex tiene una alianza con el Senior Experten Service (SES), un programa alemán de ingenieros jubilados, expertos en diferentes disciplinas que asesoran a empresas a nivel internacional y a las que únicamente se les solicita cubrir los gastos de viaje y estancia del especialista.
Como resultado de esta aventura que emprendió la compañía hace seis años, su centro I2deas ha generado conocimiento científico, hay 15 maestrías relacionadas con su área mediante dicho centro, en coordinación con el Tecnológico de Monterrey y el Centro de Tecnología Avanzada (Ciateq), del Conacyt. Varias tesis, incluso, se han enfocado al diseño y desarrollo de cigüeñales, y ha publicado varios artículos en revistas especializadas. Una patente está en trámite también en conjunto con el Tecnológico de Monterrey.
Con 600 empleados y ventas anuales promedio de 140 millones de dólares, sus nuevas capacidades los han llevado también a atraer nuevos clientes automotrices y a convertirse en el socio tecnológico de los nuevos y los que ya estaban, entre ellos Ford, Chrysler, General Motors, Nissan, BMW, Mercedes Benz, Cummins, John Deere y Bendix, por mencionar algunos.
Nosotros vamos en avanzada viendo cómo hacer las cosas mejor o cómo tomar lo que va de punta y poderlo aplicar. Entonces lo que aquí sería un concepto tradicional de un proveedor, con esto nosotros nos transformamos en un partner, un socio tecnológico, o sea, entramos a una dinámica de una sociedad tecnológica con nuestros clientes que es lo que ellos aprecian,asegura Gasca.
Lo que viene para Macimex, detalla el directivo, es introducirse en lo referente a la Industria 4.0 y anuncia la muy pronta participación de la empresa en el Premio Nacional de Ciencia y Tecnología.
“Entonces pues son todas las ventajas que podemos tener y que si no nos hubiéramos animado a entrar en esto pues seguiríamos haciendo lo que estábamos haciendo en 2009. El mensaje que les quisiéramos dar es que hay que atreverse a soñar, hay que buscar los medios para poderlo realizar, hacer que las cosas pasen y seguramente las cosas pasarán”, dice Gasca.
Aunque en México la investigación y desarrollo son incipientes y hay un rezago de 30 años con respecto a los países líderes en estas áreas, esto no debe tomarse como una razón para claudicar, sino más bien como un reto que se debe enfrentar para acortar la brecha, asevera el directivo.
(Con información de Verónica Alcántara)
Manufacturera de Cigüeñales de México no sólo superó la crisis en 2009, sino que ha logrado el estatus de socio tecnológico de sus clientes, exporta en un 80%, y cuenta con un prototipo para línea de producción y una patente en trámite.
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Qué interesante, ojalá así mismo le dieran la oportunidad de crecer a todos sus empleados, tratándolos con objetividad e imparcialidad, no con favoritismo como ahora lo hacen.
Otra cosa, se facturan 140 millones de dólares anualmente, pero por lo visto es una empresa con una pésima eficiencia en sentido económico, pues la PTU del año pasado (y del anterior, y del otro antes de ese, etc…) fue de sólo 2 millones de PESOS, para las dos plantas. Qué significa? Que la ganancia TOTAL de la empresa fue de sólo 20 millones de pesos, es decir, poco más de 1 millón de dólares, contra los 140 millones de dólares facturados, esto significa que los gastos totales fueron de casi 139 millones de dólares, un 99% y por ende, una ganancia fue de solamente un 1% aproximadamente, o es eso, o el dinero se está yendo para otro lado.
My two cents.