Manufactura: Cadena de proveeduría, bajo ataque

Dic 31, 2021 . Blogs 0

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A pesar de la eficiencia de las cadenas de suministro globales, la pandemia de Covid-19 ha sacado a relucir la que podría ser una de sus debilidades: la logística, y con el cierre de actividades por nuevos brotes el perjuicio al ritmo de la misma no se dejará de sentir en los siguientes meses, por lo que es necesario recalibrar la ecuación, ya que la incertidumbre llegó para quedarse.

CIUDAD DE MÉXICO (31/12/2021).- Desde hace más de 18 meses hemos visto fenómenos sin precedentes en la economía mundial debido, en gran parte, a la pandemia de Covid-19 derivada del SARS-CoV-2 que tuvo origen en China en 2019, pero que en su efecto domino se esparció rápidamente a muchas economías y puso en jaque, literalmente, a todo el mundo. Sin dejar de mencionar que el tema en principio era sanitario y que la principal amenaza era un aspecto de salud pública, muy pronto el problema manifestó todas sus aristas y la económica no se hizo esperar.

Casi como en un relato de ciencia ficción, la economía colapsó. Jamás imaginamos que sería posible presenciar un evento de esta naturaleza. Y hoy, después de millones de víctimas irreparables tenemos que plantearnos el futuro de algunos modelos de producción. Todavía no sabemos cuántas réplicas existirán, ya sea por país o región, con sus consecuentes afectaciones a los modelos productivos que tantos años han costado implementar y perfeccionar.

Por años hemos visto que las cadenas de suministro globales ofrecieron un modelo confiable de  producción: offshoring, nearshoring, entrega justo a tiempo y cadenas globales de valor han sido la divisa de la manufactura global. Y considero que el modelo ha probado sus bondades en la especialización, eficiencia, reducción de costos y generación de empleos en todo el mundo, pero sería ingenuo no apuntar sus debilidades, y una de ellas podría ser la logística. Todos sabemos que la logística es esa pieza de relojería que hace que tan sólo con un clic o una llamada telefónica se desencadene una secuencia de procesos que culminan con la entrega de bienes industriales y de consumo, y que hacen parecer que este mundo funciona sin tropiezos. No obstante, todo eso se ha desdibujado y ahora debemos recomponerlo.

Crecimiento económico mundial: Incidencias

En junio de 2021 el Banco Mundial publicó el reporte Global Economic Prospects con el pronóstico de crecimiento de la economía mundial, donde señala que “en 2021 la economía mundial se expandirá un 5.6 %, el ritmo posterior a una recesión más acelerado en 80 años, y ese efecto se deberá, en gran medida, al fuerte repunte de algunas de las principales economías”. No obstante esta alentadora noticia, este crecimiento no será homogéneo y probablemente tampoco sostenido, ya que existen aún muchos obstáculos al crecimiento de las economías menos desarrolladas, como por ejemplo, la velocidad de vacunación y la irrupción de nuevos brotes de Covid-19, ocasionados por nuevas variantes del virus.

Un claro ejemplo de estos problemas han sido los cierres, por nuevos brotes del virus, de algunos importantes puertos en China: Shenzhen en mayo de 2021 y el Ningbó en agosto de este mismo año. Aunque los puertos fueron abiertos semanas después, el perjuicio al ritmo de la cadena de suministro no se dejará de sentir en los siguientes meses, tanto por la creciente demanda de los productos e insumos como por la tendencia de los compradores de aumentar inventarios para protegerse de posibles futuros desabastos; con esto nos enfrentamos a una modificación de uno de los principales principios del modelo justo a tiempo que ha buscado reducir estos inventarios a su mínima expresión. Y adicionalmente, estos eventos incrementan el grado de incertidumbre que la industria de manufactura estará enfrentando en los siguientes años, hasta que de manera “definitiva” cerremos este episodio de pandemia, lo cual se ve todavía lejano.

Otra pieza de este rompecabezas es el asunto del desabasto de microcomponentes que se manufacturan en su gran mayoría en China, Taiwán y Corea del Sur y que ha afectado a toda la industria de manufactura a nivel mundial. Los casos de escasez de insumos esenciales en sectores como telecomunicaciones, telefonía, cómputo y automotor, entre otros, tienen varias explicaciones: coyunturales y estructurales. Por ejemplo, las causas del desabasto en la industria automotriz se pueden explicar, en parte, por la caída de la demanda de microcomponentes de las empresas de dicha industria durante el primer semestre de 2020. Esto obligó a los productores de estos insumos a redireccionar su producción a otros segmentos que enfrentaban un acusado crecimiento, computadoras por ejemplo o de plano redujeron su capacidad instalada. Después se presenta cierta recuperación en esta industria, por tanto la demanda de insumos crece y la consecuencia es una escasez de microcomponentes, cuya duración, no queda claro si se mantendrá durante los siguientes meses o se extenderá hasta el próximo año. Por otra parte, las causas estructurales se pueden explicar por la agria disputa, por no decir guerra, comercial entre Estados Unidos y China que hemos visto en los últimos años.

México: fortalecer la base de suministro local

Todo lo anterior deja varias preguntas abiertas respecto a la duración y profundidad de las afectaciones en las cadenas de suministro que tienen y tendrán efectos negativos en la economía mundial, pero ¿cómo se lee e interpreta esta historia en México? Recientemente el Banco de México publicó su “Informe trimestral. Abril-Junio 2021” en el que se describe que durante el trimestre en cuestión la economía ha tenido un desempeño gradual a la alza, pero heterogéneo y enfatiza que “la producción industrial mostró un bajo dinamismo en todos los sectores que la integran, destacando la debilidad de la construcción y de las manufacturas. Asimismo, se destaca la escasez de insumos y problemas de logística, especialmente en el sector automotriz.” Si bien esto parece ser un factor externo y pasajero que ha afectado a la base industrial de nuestro país, no deja de ser preocupante que la industria automotriz ha visto que “el valor de las exportaciones manufactureras, tanto automotrices como no automotrices, presentaron un moderado crecimiento respecto del trimestre previo. El avance del valor de las exportaciones automotrices se originó en un contexto de mayores precios de este tipo de bienes, toda vez que las disrupciones en el suministro de diversos insumos ha seguido afectando su producción y volumen de exportación.”

Leer el artículo completo en la Revista Digital B2B de Vanguardia Industrial: https://cutt.ly/iUOxW7H

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