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Dic 23, 2016 admin Automotriz 0
La transformación que vive la industria automotriz generará nuevas oportunidades, pero también requiere de talento con nuevas habilidades para aprovechar el potencial de negocio de la movilidad.
Por: Silvia Ortiz/Enviada
QUERÉTARO, Querétaro (23/12/2016).- De ser uno más en la industria automotriz, en poco más de dos décadas México ha pasado a ser un jugador de clase mundial, sin embargo, en los próximos 20 años se esperan cambios mucho más drásticos no sólo en los procesos de producción, sino en los propios consumidores que demandarán otro tipo de servicios, llevando al negocio automotriz hacia una industria de tecnología, ya no sólo fabricante de vehículos.
Los nuevos retos están en la puerta, como advierte Flavio González, Jefe de Desarrollo del Producto de Ford Motor Company, quien señala que la urbanización es un desafío clave, ya que en sólo 10 años habrá en el mundo 41 megaciudades, es decir, zonas urbanas con más de 18 millones de habitantes.
Aunado a ello, la contaminación ambiental será otro gran desafío para la industria automotriz, así como el ascenso de una nueva clase media en países emergentes como India, Indonesia, China, con nuevas necesidades de consumo y que buscarán también nuevas formas de movilidad.
El desarrollo tecnológico representará también una transformación en la propiedad de los vehículos, cada vez más consumidores preferirán compartir auto que ser dueños de uno; veremos una mayor demanda de autos eléctricos e híbridos, pero también de vehículos autónomos, pues la tecnología transformará el auto en sí, pero también los procesos de producción y comercialización.
Ante este escenario, las compañías automotrices requerirán contar con los recursos humanos capaces de enfrentar esos retos, con nuevas habilidades y capacidades, y Ford desde hace algunos años comenzó a prepararse para estas nuevas demandas.
“Se habla mucho del bono demográfico que hay en México, pues nosotros ya lo estamos capitalizando, los ingenieros que trabajan en nuestra oficina son 1,400 personas, todos están debajo de la primera línea que es 35 años y su media es 27 años, eso nos da una población totalmente diferente de personas de las que trabajan en Estados Unidos que están básicamente en la parte tardía de su carrera”, comenta el directivo.
En 1999, la compañía tenía en México sólo 34 personas trabajando en ingeniería de producto y al cierre de 2016 eran ya 1,400 ingenieros. A finales de los 90 se ocupaban de actividades modestas como localizar componentes, homologar vehículos, hacer archivos de costo y trabajos de calidad, y hoy son líderes globales dentro de la firma.
Ford tiene nueve centros de ingeniería en el mundo, México es uno de ellos y representa aproximadamente el 10% de los recursos de investigación y desarrollo (I+D) que tiene la corporación, otros centros están en Europa, Estados Unidos, China, India, Australia, por mencionar algunos. El trabajo se divide por regiones, programas y especialidades, de modo que no hay una región o centro que sea el único que trabaja en alguna tecnología, porque se busca la eficiencia.
“Hay cosas como software, ingeniería de aplicación, tecnología de plásticos que sí pueden hacerse globalmente desde una sola región, hoy en día puedo decir que la ingeniería de aplicación de todos los plásticos interiores de múltiples plataformas y vehículos se hace en México, igual que la mayor parte de los arneses eléctricos”, detalla Flavio González, tras asegurar que el centro de ingeniería de México es uno de los más importantes, debido a la base de proveedores que hay en el país, lo que genera sinergias.
Añade que para atender esas demandas la compañía y la industria automotriz en general requieren de gente que conozca de software embebido, metodologías de diseño, metodologías de prevención y análisis de falla, metodologías de calidad, y aunque el experto reconoce que las universidades mexicanas están egresando jóvenes cada vez mejor preparados, el paso siguiente es desarrollar nuevas competencias más acordes al nuevo escenario.
Incentivar el talento
Actualmente, el centro de ingeniería de Ford en México es el que más patentes presenta al año, sólo después del de Estados Unidos, y a decir de Flavio González, esto sólo se puede lograr incentivando a sus ingenieros, poniéndoles retos y premiando sus logros.
Logramos esto incentivándolos, diciendo a estos ingenieros jóvenes, tú que estás inquieto, tú que ya te aburriste de estos procesos, tú que no quieres hacer lo mismo el resto de tu vida, dedícate a inventar algo nuevo, y ellos con la ayuda de abogados corporativos patentan cosas y hacemos que se convierta en un elemento importante de su compensación,comenta.
Además, afirma que su valor como profesionistas se incrementa si en su currículum ponen que cuentan con una patente en trámite o han patentado algo, y son ingenieros a los que otras empresas acechan: “Se van, es gente muy valiosa, por eso los cuidamos mucho”.
Para el directivo, en los próximos años habrá un auge de la ingeniería y la I+D en los países emergentes, pues en Europa y Estados Unidos, los actuales ingenieros dedicados a esta área están en su etapa previa al retiro.
Mi mensaje para los jóvenes ingenieros es que se sigan preparando, que desarrollen una cultura del trabajo, que desarrollen una red de conexiones y desarrollen habilidades de relacionamiento y se vuelvan expertos en su área, porque la competencia es difícil. Y le recomendaría a los profesionales de recursos humanos que continúen con un esfuerzo de mejora en sus procesos, o sea, que se enfoquen a la atención al talento,concluye.
La transformación que vive la industria automotriz generará nuevas oportunidades, pero también requiere de talento con nuevas habilidades para aprovechar el potencial de negocio de la movilidad.
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