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Nov 29, 2022 admin Automotriz, Más Industria 0
En esta etapa en la que se espera la resolución del Panel de Solución de Controversias que entabló México y Canadá contra Estados Unidos por la interpretación de éste sobre el mecanismo de Roll-up en la regla de origen para la industria automotriz, el analista y experto en temas de manufactura afirmó que con su postura, Estados Unidos pretendía crear o recuperar empleos perdidos en ese país “lo cual no ha sucedido ni va a suceder porque las capacidades para producir estas piezas ya están instaladas”. En entrevista con Vanguardia Industrial, afirmó que el argumento de México es el “más razonable” y que más que un asunto legal será una prueba para los socios comerciales acerca de saber conciliar para asegurar la competitividad de la región a nivel mundial.
QUERÉTARO (28/11/2022).- La industria automotriz, la electrónica y la línea blanca, además de la aeroespacial –que producen bienes industriales sofisticados—, están inmersas en esta problemática de las cadenas de suministro, las cuales se están reestructurando en este momento, nuevamente para responder a los retos actuales y aunque sí es un esfuerzo adicional que se está haciendo, para la industria automotriz mexicana no es nada nuevo, porque desde que surgió en México, en los años 60s, ha estado trabajando constantemente en incrementar su proveeduría nacional, afirmó el analista y experto en temas de manufactura Thomas Karig, quien resaltó que esta industria tiene que cumplir con las reglas de origen de los acuerdos comerciales, no sólo del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), pues también “hay un tratado con Europa, hay un tratado con el Mercosur y hoy también hay incluso tratados con algunos países asiáticos”, afirmó.
En entrevista con Vanguardia Industrial, en el marco del Mexico’s Supply Chain Nearshoring Summit 2022, el experto se refirió a los requerimientos que tiene que cumplir la manufactura mexicana: “Si quiero cumplir con todos esos tratados y el mismo producto… automóvil supongamos… exportarlo desde México a todos esos países, tengo que maximizar mi contenido mexicano porque solamente así voy a cumplir con los requerimientos de todos los tratados”.
Karig resaltó que “ese es el esfuerzo que está haciendo ahorita la industria automotriz. Nuevamente tratar de motivar a más proveedores que vengan a México, lo cual implica un compromiso con esas empresas, obviamente, de las armadoras, va a significar inversiones adicionales que hay que hacer y eso significa que posiblemente tenga un impacto en la competitividad en costos de la industria, la cual habrá que compensarla con otras medidas: ser más productivo y más eficiente, y también por eso México es el lugar ideal para hacer esa ubicación de esos nuevos proveedores, y no Estados Unidos o Canadá”.
En ese sentido, al abordar, el tema de la controversia entre México y Estados Unidos respecto a la industria automotriz dentro del T-MEC, el experto detalló que “es un tema muy técnico y de interpretación de los textos y de aplicar las costumbres o los convenios que se tenían desde antes del T-MEC, y aplicarlos también al T-MEC y el tema básicamente se llama Roll-up”.
Explicó que el Roll-up se refiera a “cuando un componente, vamos a decir, un motor cumple con la regla de origen de 75%, entonces se considera completamente regional norteamericano. Eso nos permite después incluirlo al vehículo, como si fuera 100% norteamericano, esa es la regla del Roll-up. Una vez que cumples la regla de origen, tu bien se vuelve completamente originario”.
La controversia, abundó, se dio porque “Estados Unidos alega que en este caso, en el caso de los motores, las transmisiones, lo que llamamos las partes principales esa regla no aplica, porque hay una regla específica para esas partes” y el Roll-up “sí está estipulado” en el T-MEC, “se puede interpretar en el tratado de que sigue aplicable este concepto del Roll up, pero también (…) los abogados encuentran (argumentos) para demostrarnos lo contrario”.
Ante este escenario, dijo el especialista, esta controversia, “más que un conflicto legal va a ser una prueba de (…) si es posible ponerse de acuerdo razonablemente entre socios comerciales para que la industria que es de todos, de los tres países, siga siendo competitiva en el mundo, porque sí hay un riesgo que implican esas nuevas reglas del T-MEC”, pues al ser “mucho más estrictas”, obligan a las empresas a “comprar componentes en la región que quizás no son los más económicos, los más competitivos, porque hoy los traemos de Asia o de Europa, de ‘mi planta matriz donde hago las partes de un componente para todo el mundo y ahorita voy a tener que hacer la parte que le toca a Norteamérica en una planta más chiquita, con menos efectos de escala, solamente para los vehículos de Norteamérica’ y eso le va a poner presión a los costos y a la competitividad de los productos, no solamente los mexicanos, también en los Estados Unidos y también los de Canadá”.
Tras afirmar que eso “no le conviene a México ni –quiero suponer— a la industria de Estados Unidos, Karig explicó que la interpretación estadounidense “viene de un discurso populista que pretendía que a través de esa posición rígida se iban a crear o se iban a recuperar puestos de trabajo perdidos en Estados Unidos, lo cual no ha sucedido ni va a suceder porque las capacidades para producir estas piezas ya están instaladas, ya existen, entonces –y por las mismas empresas norteamericanas—, entonces, vamos a desperdiciar una inversión para volver a hacer una nueva inversión independientemente de la dificultad de arrancar una nueva producción en un país como Estados Unidos, que ya está mucho más orientado a los servicios que a la industria”, acotó.
Así, el Panel de Solución de Controversias “va a escuchar las argumentaciones de ambos lados y va a tomar una decisión”, continuó y compartió su opinión: “Yo siento que la argumentación mexicana es la más razonable porque además, está basada en lo que tradicionalmente se hacía en el acuerdo entre Estados Unidos y México y Canadá, entonces, yo sí espero que la decisión va a ser en el sentido que México lo propone, si no va a ser un esfuerzo adicional a lo que ya se tiene que hacer para poder cumplir con los requerimientos y (…) eso, finalmente a la competitividad de la industria no le va a ayudar”.
Luego de aclarar que “la inversión que ya está aquí no se va a ir”, reiteró que “se va a tener que hacer un esfuerzo adicional, inversiones adicionales para poder cumplir con esas reglas las cuales van a repercutir en los costos. Ese es el riesgo que se tiene, y eso, adicional a que ya de por sí, la regla de origen se volvió más estricta, incluso hay un requerimiento de contenido laboral, un requerimiento de compra de lámina y aluminio. Entonces, llega el momento en que se acumulan tantos requerimientos que ya se vuelve complicado el negocio.
La electromovilidad se dará de forma natural
Al igual que la introducción de un nuevo modelo, “la electromovilidad va a ser un cambio que se va a dar en forma natural en las armadoras porque va a ser un proceso paulatino como solía suceder siempre, viene el nuevo modelo, viene con otro equipamiento, viene con otros motores, ahorita viene un nuevo modelo que viene con un motor eléctrico, pero no deja de ser un automóvil”, afirmó el especialista, quien aseguró que ensamblar un auto eléctrico “no es ningún problema”.
Afirmó que “cualquier planta de ensamble mexicana va poder ensamblar un auto eléctrico”, aunque indicó que “algunos proveedores van a tener que reorientar su producción, pues si están muy metidos en la fabricación de componentes para motores de combustión interna, pues van a tener que cambiar su giro, pero muchos otros proveedores van a poder seguir operando igual como hasta ahora”.
Después de señalar que “no es un tema tanto de la industria”, planteó que “la pregunta a va a ser: ¿vamos a tener suficientes baterías?, ¿vamos a tener suficiente litio?, ¿vamos a tener la capacidad para poder cargar los coches?, ¿vamos a tener una red de suministro de energía eléctrica preparada para recibir este consumo adicional?”.
Tras hacer estos cuestionamientos, especificó que no se refería a México: “No estoy hablando de México, estoy hablando de Estados Unidos, estoy hablando de Europa, donde ambos están retrasados en sus programas de electrificación, de generar la infraestructura (…) para que los coches eléctricos realmente sean una opción para el consumidor, y ahí tienen que trabajar. El presidente Biden anunció que (…) va a financiar 500,000 estaciones de carga (…). Y hay programas similares en la Unión Europea, de cada país, pero eso va a tardar un par de años. China (…) está muchos más avanzado ya en ese sentido”.
Al respecto, resaltó que en las políticas públicas está “está el cuello de botella: de nada sirve que los gobiernos, como sucede en China, en Estados Unidos y en Europa, subvencione la compra de los vehículos (eléctricos), cuando los clientes no tienen dónde cargarlos ¿no?” y opinó: “Es como que están equivocando un poquito la estrategia, pero bueno, se están dando cuenta y la van a enderezar”.
“Asimismo, resaltó que “es un proceso paulatino y algunos países han dicho ‘a partir de 2035 ya no se pueden vender vehículos con motor a combustión interna’ y entonces, ya no va a ser ‘si quiero o no quiero’, ya va a ser obligado. Yo creo que esa es la única manera –si realmente queremos acelerar la implementación de los autos eléctricos—, de que esto funcione. Y nunca debemos olvidar una cosa: el auto eléctrico solamente tiene sentido si la energía eléctrica que se usa para recargarlo viene de fuentes renovables, si no, no tiene ningún sentido el auto eléctrico.
Sobre el tema de la energía eléctrica, el experto puntualizó que
hay regiones en el país que tanto por infraestructura, vamos a decir de parques industriales, etcétera, como por infraestructura de suministro de energía eléctrica están preparados para recibir más empresas, otros no lo están tanto (…) y la energía eléctrica es como todo en el mercado, la pregunta es ¿qué demanda va a genera cuál oferta? Lo inteligente sería poner la oferta de la energía para generar la demanda de inversiones. Ahorita está pasando al revés a veces, tengo demanda de inversiones y no tengo oferta de energía eléctrica. Y no es de energía. Es de distribución.
Después de hacer dicha aclaración, Karig aseguró que “no es un tema que es imposible de corregir. Sí se va a poder, sí, seguramente sí se va a hacer, nos vamos a tardar un poco más de lo que nos habríamos tardado si lo hubiéramos previsto, pero tampoco lo veo como un obstáculo que nos va a echar a perder todo el esquema, eso tampoco es así”.
Sobre las consultas que solicitaron Estados Unidos y Canadá por el asunto de la energía en México, el especialista afirmó que “no es un tema que afecta directamente a un sector, esto ya es un tema entre gobiernos, ahorita está siendo un panel, algo interesante, que podía resultar eso en que México, como gobierno, tendría que pagar una indemnización a esas empresas que están poniendo la demanda. No lo sabemos, va a tardar todavía seguramente varios meses, si no es que más de un año, hasta que se llegue a una conclusión” al respecto y rechazó opinar sobre lo que debería hacer México, pues consideró que eso “ya es meterse en temas políticos porque el tema de la energía está totalmente politizado, entonces, eso lo tienen que resolver los políticos. No hay de otra”.
El experto, con experiencia de más de 30 años en la industria automotriz y consultor organizacional independiente en temas del sector, así como de comercio internacional y de la implementación de sistemas de gobernanza empresarial, aseguró que “en términos generales, al final del día, (las perspectivas) para México siguen siendo muy buenas, todos estos factores negativos que inciden en el fenómeno de las cadenas productivas como el Covid (-19) con la interrupción de los suministros hasta la guerra –lamentable guerra de Rusia y Ucrania—, en este momento ‘juegan’ (… en) favor de México. Y México lo está aprovechando. De que lo podíamos aprovechar más si tuviéramos todavía mejores condiciones, eso también es un hecho, pero al final del día el resultado va a ser positivo para México”, aseveró.
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En esta etapa en la que se espera la resolución del Panel de Solución de Controversias que entabló México y Canadá contra Estados Unidos por la interpretación de éste sobre el mecanismo de Roll-up en la regla de origen para la industria automotriz, el analista y experto en temas de manufactura afirmó que con su postura, Estados Unidos pretendía crear o recuperar empleos perdidos en ese país “lo cual no ha sucedido ni va a suceder porque las capacidades para producir estas piezas ya están instaladas”. En entrevista con Vanguardia Industrial, afirmó que el argumento de México es el “más razonable” y que más que un asunto legal será una prueba para los socios comerciales acerca de saber conciliar para asegurar la competitividad de la región a nivel mundial.
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La Industria Aeroespacial sigue despegando en estados como Guanajuato, nuestra especialista Silvia Ortiz de Vanguardia Industrial, nos explica la detonación de este sector en #NoticiasW con #VeroMéndez pic.twitter.com/itZ8boXKcU
— Vanguardia Industrial (@Vanguardiaind) September 13, 2023