En automotriz, el reto en T-MEC está en el acero y planchón

Dic 17, 2019 admin Automotriz, Comercio Exterior, Más Industria 1

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Así lo dijo el presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Eduardo Solís al destacar que las últimas modificaciones de este tratado comercial tienen que ver con estos productos de la cadena de suministro, los cuales después de siete años de que entre en vigor el tratado  tienen que ser de la región de América del Norte, lo que implica “importantes inversiones de las acereras”, dijo. 

Por: Silvia Ortiz

CIUDAD D MÉXICO (16/12/2019).- Los nuevos cambios del Tratado Comercial entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC) en la regla de origen del sector automotriz tienen que ver específicamente con el acero y el planchón; que éstos provengan de la región de América del Norte, después del séptimo año de que entre en vigor el nuevo tratado.  Actualmente el TLCAN permite importar estos productos de otros lugares a precios competitivos. La medida implicará que las acereras hagan importantes inversiones y ahí está el reto, toda vez que México no fabrica planchón y no fabrica acero; es un tema que hay que ver con los acereros, aclaró Eduardo Solís Sánchez, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) durante un desayuno que sostuvo con los medios de comunicación este lunes con motivo de fin de año. 

En este sentido, el directivo recordó que el T-MEC tiene una cláusula de revisión a los seis años, en este lapso el tratado completo entra a revisión, refirió tras destacar que estas revisiones empiezan un año antes por los trabajos técnicos que empiezan desde el año cinco pero que formalmente concluyen a los seis años.

Explicó que si en este periodo no se cumple con la regla y no hay la disponibilidad del planchón, se tendrá que discutir entre los tres países que conforman el tratado comercial, la posibilidad de una extensión.

Hablar ahorita de ello es elucubrar, tendremos que llegar a esa revisión del tratado, en donde se revisará la operación de todo el tratado y esa regla,

detalló.

Los temas laborales, son temas transversales, que los están viendo el CCE y Concamin, dijo tras destacar que “están discutiendo entre los expertos laborales para asegurar que se fije una postura de la industria, toda vez que no hay una postura de industria química, industria automotriz, etcétera”.

Cabe destacar que el Subsecretario de Industria y Comercio de la Secretaría de Economía (SE), Ernesto Acevedo en este año habló ante la Cámara de Diputados sobre el tema del acero y explicó  el contexto de este commoditie, destacando que la producción mundial se ha incrementado de forma significativa en los últimos años. En 2017 la producción fue de mil 800 millones de toneladas al año y sólo representan 76% de la capacidad de producción que tiene la economía, es decir, dijo, las cifras de producción de acero, no reflejan que la capacidad de producción es todavía incluso mayor.

El 68.8% del total de la producción está en Asia, en América es menos del 10% sumando a los países productores de América más importantes que serían Estados Unidos, Brasil, México y Canadá. Además, dijo, que 51% de la producción corresponde exclusivamente a China, en este país la producción es 11 veces mayor que la producción en Estados Unidos, es 46 veces más grande que la producción de México y 71 veces más grande que la producción de Canadá. 

Dijo que en el caso de México, la producción de acero se concentra fundamentalmente en seis entidades federativas (Coahuila con 26.4%, Nuevo León con 23.1%, Veracruz y Michoacán con 9.2%, Sonora 7.1 y San Luis Potosí 7%) las cuales concentran el 82% de la producción. El resto de las entidades tienen participaciones, pero ya mucho menores, dijo el funcionario federal. Agregó que este sector contribuye con el 0.6% del PIB, 3.8% del PIB manufacturero. A esto se suma que genera un número de empleos muy importante.

Por otro lado, resaltó que el sector de maquinaria y equipo destina 23% de su gasto intermedio para este insumo (acero), 22.7% en el caso de aparatos eléctricos, entre otros.

Como insumo sobre el resto de las actividades económicas participa en edificación con el 4.8%; equipo de transporte con el 3.2%, en este punto no solo corresponde a la industria automotriz y autopartes sino la fabricación de vehículos especializados en la minería, en la agricultura, para el transporte ferroviario, entonces su dimensión y sus impactos son muy amplios.

México es un país deficitario en la producción de acero. Si toda la producción de acero se quedara en México, 20 millones de toneladas, necesitaríamos 6 millones de toneladas adicionales. Tenemos un déficit de 11 millones de toneladas porque nuestra capacidad productiva no es suficiente para atender todas las necesidades de mercado. Nuestras exportaciones están concentradas en Estados Unidos, más del 90%. Y por el otro lado, casi la mitad de nuestras importaciones de acero, provienen de Estados Unidos, el segundo lugar es Japón y el tercero está Corea del Sur. China está en cuarto lugar y eso no necesariamente está mal, porque necesitamos también una proveeduría diversificada,

comentó.

2020, un reto grande para automotriz

Por otro lado, Eduardo Solís hizo énfasis que el 2020 para la industria automotriz es un reto grande para recuperar “nuestro mercado interno porque todo indica que terminaremos con 31 meses de caída seguidas. Necesitamos un disparador (…)”, alertó tras afirmar que “al mercado interno hay que darle un empujón que nos permita salir de este bache en el sector. Se requiere hasta arriba (políticas de gobierno y contexto internacional), el tema de la certidumbre. El hecho de que se apruebe el T-MEC es un tema de certidumbre. Después de esas variables, dijo, vienen las empresas; certidumbre en la inversión. Y finalmente cuando las empresas invierten se crean empleos y el empleo sí le pega directamente a la certidumbre y entonces se compran bienes durables (…).

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• AMIA, Automotriz, planchón, regla de origen. Acero, T-MEC

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